El gobernador César Duarte Jáquez expresó que las cárceles de Chihuahua “han dejado de ser las universidades del crimen organizado”, gracias a los esfuerzos por invertirles en infraestructura, capacitación y programas preventivos.
En la ceremonia en donde el Centro de Readaptación Social del estado recibió una certificación internacional, el Ejecutivo local declaró que a partir de que el gobierno estatal asumió la administración de los Ceresos de Juárez, Cuauhtémoc y Nuevo Casas Grandes, las condiciones en esos centros son distintas.
Expresó su beneplácito porque autoridades del Hospital del Cereso le comunicaron que los pacientes que atienden normalmente son personas que llegan heridas por hechos ocurridos en el exterior del centro, no por problemas internos, como ocurría anteriormente.
Reconoció su compromiso de que una de las mayores responsabilidades del gobierno del estado es garantizarle a la sociedad una verdadera readaptación en los centros penitenciarios.
El gobernador manifestó su reconocimiento a Gerardo Ortiz, quien fue director de los Ceresos al inicio de administración estatal y fuera asesinado por los grupos que se oponían al traslado de reos federales peligrosos a otros estados.
A su vez, el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, destacó la labor de las autoridades penitenciarias, quienes han coordinado acciones para controlar la operación del Cereso 1 de Aquiles Serdán, expuso.
Lo anterior, dijo, “se ve reflejado en el reconocimiento a nivel nacional, al ocupar este penal el sexto lugar de los centros penitenciarios de mayor control reflejado en la reducción de conflictos”.
Exhortó a las autoridades estatales a reforzar las medidas de seguridad y continuar con las medidas adecuadas estructurales y de presupuesto para resguardar debidamente los derechos humanos de los prisioneros.