Continúan. Mientras unas ladrilleras son derrumbadas, otras, en la misma zona sur de la ciudad, operan por las mañanas.
La séptima ladrillera que fue derribada en el municipio pertenecía a Encarnación López Chávez, quien se dedicaba al oficio desde hace más de 20 años; su hijo le ayudaba pero ahora se dedica a atender su propia ladrillera. Los tres empleados que laboraban con la fémina serán ocupados en ella, compartió la entrevistada al momento de la demolición de su cocedor.
Dijo que decidió dejar de producir ladrillo en este momento, cuando el Gobierno brinda apoyo y comentó estar conforme con la indemnización de 25 mil pesos que se le otorgó, dinero que invertirá en ropa, para dedicarse a su comercialización.
Su ladrillera se encontraba en la calle San Agustín, esquina con Santa Isabel, en la colonia San Carlos al sur de la Ciudad.
Durante la búsqueda de la dirección, El Siglo de Durango registró la quema en otros obrajeros de la zona, tanto de la colonia San Carlos como de la Jardines de Cancún y Ampliación Las Rosas; alrededor de las 10:00 horas, el humo que se dispersaba era abundante y negro.
PONEN PLAZO
No pasarán de cuatro a cinco meses para derribar las 80 ladrilleras programadas, para lo cual se dialoga y confirma el convenio con los productores para que sea voluntario y dejarlo bien asentado por escrito, dijo el director de Salud Pública y Medio Ambiente Municipal, Arturo Guerrero Sosa.
Explicó que comenzaron a tirarse las ladrilleras que sólo les falta descargar material, pues algunas ya tenían quemas programadas.
Con las que se ha llegado a acuerdos, algunas cambiarán de giro, como es el caso de los dos obrajeros que han visitado los medios para su derrumbe.
Otras aceptaron moverse al Parque Industrial Ladrillero (PIL), en donde hay 100 cocedores disponibles que se darán en comodato para que comience la producción y no tengan tiempos muertos.
La semana pasada un grupo de personas acudió a conocer los obrajeros del Pil y seleccionaron el que más les agradó.
Cabe mencionar que los acuerdos con los obrajeros son individualizados, según las características de cada negocio.
El alcalde Adán Soria Ramírez ha expresado que la única opción no es reubicarlos al PIL, se consideran otras medidas, una de ellas, según ha reportado el titular de Salud Pública, que se han inclinado por cambiar de giro.