Benítez no ha ganado con lo 'Blues', ahora necesita hacerlo ante el Nordsjaelland, y esperar que el Shakhtar venza a la Juventus. (EFE)
Pese a que el técnico español Rafa Benítez no puede ser culpado del actual aprieto del Chelsea en la Champions League, su eliminación esta semana podría ofrecer a sus detractores aún más municiones al final de sus primeras dos semanas en el cargo.
El último acto de Roberto Di Matteo como técnico del Chelsea fue atestiguar una derrota de 3-0 frente al Juventus que deja al equipo al borde de convertirse en el primer campeón defensor en no clasificar a segunda ronda de la competencia.
El equipo necesita ahora vencer a Nordsjaelland y esperar que el Shakhtar Donetsk, de antemano clasificado, venza al Juventus en Ucrania en el otro duelo del Grupo E.
Sólo otros dos de los 16 lugares están disponibles en la última ronda de partidos, con Benfica y Celtic disputando el segundo lugar del Grupo G mientras que el Galatasaray y el Cluj compitiendo por el segundo puesto en el Grupo H.
Pero mucha de la atención estará concentrada en el Chelsea, que hace apenas siete meses tenía un futuro próspero entre la élite europea después de ganar su primer título de la Champions.
Sin embargo, el club londinense quedó en un grupo difícil por la defensa del título y sólo ha ganado dos de sus cinco partidos —una de las victorias en tiempo de reposición en casa frente al Shakhtar.
El cambio de técnico no ha tenido el efecto deseado por el dueño del club, Roman Abramovich, y Benítez aún debe ganar luego de tres duelos en la liga Premier y enfrentar la ira de los aficionados del Chelsea molestos por la abrupta salida de Di Matteo.
