¡Voy a necesitar de la ayuda de San Judas Tadeo para reponerme de todas las impresiones que he tenido estos días! Es que desde el fin de semana pasado hasta ayer pasé de la tristeza al júbilo y al éxtasis. El viernes sentí que me moría cuando mi novio Leoncio me dijo que se le había acabado la lana y no completó para comprar los boletos para el concierto del papucho de Alejandro Fernández, ¡ay pero cómo lloré! Para consolarme me dijo “mija no chilles, mañana (o sea el sábado pasado) nos vamos a la Plaza Mayor a ver a Café Tacvba, verás que te va a gustar”.
Le tengo que ser sincera, eso no me motivó para nada; pa empezar no sabía si iríamos a una degustación, a una exposición de ropa hippie o un antro de mala muerte a echar danzón. Total, con todo y mi corazón apachurrado llegamos y nos metimos entre toda la gente que fue. Desde el principio me sentí agredida porque unos chavos comenzaron a gritar “Rarotonga”, y yo me dije está bien que no soy del tipo de mi paisana Marisol González pero oiga, pos no estoy tan tirada al catre como para que me digan así, pero luego Leoncio me explicó que así se llamaba una canción del grupo que iba a tocar. No le haré el cuento tan largo; salieron los tacvbos y ya entre el olor a hierba, a sudor y patas combinado con la música también me ambienté y comencé a brincar sin parar, y más con esa de La Ingrata. Estaba tan animada que Leoncio pensó una vez que me estaba convulsionando jajajaj
Al final sí me gustó el concierto, hasta sentí que bajé como 3 kilos por todo lo que sudé, aunque claro, ya los subí gracias a los tamales que me hizo mi mamá el miércoles. Ah! Pero espérese, lo mejor está por venir… resulta que mi amado Leoncio no me había dicho que ayer le tocaba la tanda que organiza doña Lupe, y ¿qué cree? Que con eso compró los boletos para ir a ver la obra de teatro donde salen los de la telenovela Abismo de Pasión. Nomás imagínese cómo me puse cuando anoche vi que el guapote de David Zepeda y el buenotote de Salvador Zerboni (el que la hacía de Gabino en la novela), salieron al escenario. Estoy rete apenada porque de plano ni me acordé que Leoncio estaba a mi lado cuando Zepeda se quedó unos segundos en choninos y pos me salió lo albañil (con todo respeto para mis amigos albañiles) y empecé a lanzarle sus buenos piropos, yo y todas las que estábamos ahí. Ay Diosito de verdad que yo me sigo preguntando por qué no hiciste más hombres como esos. De Angelique Boyer qué le digo, lo que todo mundo sabe, que está muy guapa y curvilínea, y hasta eso actúa bien.
¿Ahora entiende por qué tuve tantas emociones? Y si a eso le agrega la noticia del retiro de Espinoza Paz y del estreno de Gaby Spanic como cantante de banda, pues casi me da el vaguido. Dicen que Espinoza está recibiendo amenazas de grupos delictivos y por eso ha dicho que dejará la música, al grado de que ha decidido mudarse a vivir permanentemente a los Estados Unidos y cancelar cualquier presentación. Según un programa de radio, Espinoza Paz podría dedicarse sólo a la composición y abriría una estación de radio en Internet que tocaría sus temas. Y la Spanic ya ni la friega, oiga yo soy “bandera” de corazón y créame que no pienso comprar su disco, es que me enoja que piensen que cualquiera tiene el feeling pa echar gorgorito ¡ah! y por si no fuera suficiente, a su banda la llamará La Usurpadora, ¿qué tal?
Ande y pues aprovechando que ya el domingo es día de San Judas Tadeo, en la oficina ya le pusimos su veladora para pedirle por la salud de Vicente Fernández, y de pasadita también le pediremos para que los Guerreros del Santos regresen al camino del triunfo y de la dignidad, porque si no ya le va a andar a doña Chita, la que nos hace los mandados, con su marido.
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