El gobierno chino revisa una ley que, de ser aprobada, dejaría en 90 días la estancia mínima de los permisos de residencia, en una nueva iniciativa destinada a reducir el número de extranjeros en el país.
El Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular china (legislativo) revisa la ley, que puede ser aprobada en breve, según informa la prensa del gigante asiático este miércoles.
De esta forma, los permisos de residencia para extranjeros tendrían una validez mínima de 90 días, por los 180 actuales, lo que hace temer que aumente la presión contra los extranjeros que residen en el país.
La ley prevé también un aumento de las sanciones y multas económicas a los que incumplan las regulaciones, según el diario South China Morning Post.
Un alto funcionario dijo al diario China Daily que esta medida está destinada a satisfacer la demanda de los foráneos que permanecen en el país por cortos períodos de tiempo, pero las campañas contra los extranjeros llevadas a cabo por Pekín apuntan endurecen las condiciones para vivir y trabajar en el país durante períodos largos.
En mayo, las autoridades anunciaron una campaña para perseguir durante un período de 100 días a los extranjeros que residen y trabajan de manera indocumentada en la capital del país asiático, una medida que se ha extendido a otras urbes como Shanghai o Cantón.
La policía prometió sanciones contra los que infrinjan la ley de residencia, en una amenaza clara hacia los foráneos que trabajan en China con un visado distinto al que les corresponde, y cuyo número en 2011 habría alcanzado 20 mil.
Esta práctica es común en China, y son numerosas las agencias que en Pekín, Shanghai o Cantón permiten al extranjero obtener un visado de "negocios" o de "estudiante" a cambio del pago de una cantidad que no suele exceder unos pocos cientos de dólares.
Pero esta tendencia, que muchas empresas utilizan para disponer de mano de obra extranjera sin pagar impuestos, ha permitido que muchos se queden a vivir en China, lo que podría desaparecer.
