El abogado ciego chino que está en el centro de un embrollo diplomático entre Estados Unidos y China es un tema tabú en los dos países. A decir de las autoridades de las dos naciones, Chen Guangcheng es un "hombre invisible".
Ninguno desea que su conflicto de derechos humanos más serio desde la masacre en la Plaza Tiananmen trastoque sus conversaciones estratégicas y económicas de alto nivel que sostendrán a partir del jueves. Los gobiernos de ambos países han adelantado que la economía mundial, Corea del Norte, Irán y Sudán -situaciones en las que están en juego millones de vidas- han adquirido una importancia mucho mayor en las relaciones bilaterales. Ante este telón de fondo, Washington y Beijing se niegan a admitir que diplomáticos estadounidenses en China habrían acogido al prominente disidente.
El mismo presidente Barack Obama se negó el lunes a abordar el asunto, cuando declinó confirmar si el abogado ciego está bajo protección estadounidense en China o si hay diplomáticos estadounidenses tratando de negociar un acuerdo para que reciba asilo.
"Obviamente, estoy enterado de las informaciones de prensa sobre la situación en China, pero no voy a hacer una declaración sobre el asunto", afirmó Obama
Varios funcionarios de Estados Unidos y China realizan gestiones para evitar que el asunto de Chen afecte las conversaciones bilaterales que comienzan el jueves sobre asuntos estratégicos y económicos en Beijing.
