Fernando Quirarte se tambalea de la dirección técnica de Guadalajara, que sufrió su segunda derrota consecutiva 1-3 ante Chiapas. (Jam Media)
Fue la escena más triste, indigna para la historia del Guadalajara: Héctor Reynoso dio un codazo artero a Jackson Martínez para irse expulsado. El 3-1 frío como un testigo listo para activar la guillotina contra Fernando Quirarte.
El suéter rojo intenso sobre la espalda del "Sheriff" lució pálido ante la rabia, la impotencia y todo el cúmulo de sensaciones que puede tener un técnico que está en la lista de despidos inminentes.
"Para las pulgas" de Jorge Vergara, propietario del club rojiblanco, todo indica que el banquillo de las Chivas luce vacío en el futuro inmediato.
Dos derrotas en el inicio del Clausura 2012, una penosa actuación del equipo más ganador y popular de nuestro balompié en Tuxtla Gutiérrez, el cual de a poco ha perdido la confianza y el ímpetu ganador del torneo anterior. Los goles a tiempo, cuando se necesitan, tampoco llegan para el Rebaño Sagrado.
De eso se aprovecharon los Jaguares. Un conjunto que puede lucir sin mayores ideas, pero cuando se acerca al área devora a sus rivales a goles. Así se comió a un chiverío lento, para mayor sufrimiento de Quirarte.
Porque hasta la suerte se le ha volteado al estratega del Guadalajara, como si la diosa fortuna quisiera darle argumentos a Vergara para darle la puntilla final al técnico tapatío.
Cuando mejor jugaban los visitantes y El Sheriff sentía que podía asaltar el Víctor Manuel Reyna, apareció el hambre de gol chiapaneco. Entre Marcelo Rodríguez (63') y Jackson Martínez (72') terminaron -tal vez- con la era del otrora símbolo chiva en la dirección técnica del equipo rojiblanco. Ese puesto pende de la paciencia de Jorge Vergara, la cual no suele ser mucha.