Chivas toca fondo

Durante 70 minutos, las Chivas evitaron lo inevitable, sobrevivieron a su destino, y es que el destino de este Guadalajara está escrito con letras de sangre: sotanero general.

Evidentemente, las Chivas se desinflan, simplemente no se ve por dónde o para dónde se pueda mover el cuadro tapatío, que volvió a caer, que volvió a ser humillado, ahora por el Monterrey que lo derrotó por 2-0.

No podía ser de otra forma, porque las Chivas, las que dirige Ignacio Ambriz, juegan a no perder y por el miedo a ser derrotadas, derrotadas son. La filosofía que tanto pregonaba su dueño, Jorge Vergara, de ser ofensivos y dar espectáculo, ha quedado en el suelo. El cambio de técnico en nada ha beneficiado, se ha retrocedido más y el resultado ahí está: sótano general.

Porque fueron dos goles los que metió Rayados, pero bien pudieron ser tres o cuatro, ya que los locales, durante buen tiempo del juego disputado en el abarrotado Tecnológico, consintieron al rival, parecían sobrados, parecía que sabían que de un momento a otro caería el gol y el triunfo, más el tiempo pasaba y la diferencia no caía, Víctor Vucetich tuvo que meter a Humberto Suazo para que el ostión se abriera y aunque el "Chupete" no anotó, su presencia fue suficiente para que el marcador se definiera y Monterrey sumara de tres gracias a los tantos de Aldo de Nigris (70') y Ángel Reyna (76'), quien metió un golazo para estrenarse como artillero del norte.

Desde que se dio el silbatazo inicial, Chivas evidenció su filosofía: todos atrás de media cancha, todos a defender y dejar pasar el tiempo para lograr el empate. Ante este regalo de cancha y de balón, Monterrey respondió con intentos, pero intentos tibios, con un juego encaprichado por entrar por el centro del campo; con falta de profundidad, pero sobre todo, con menosprecio al rival, con el pensamiento de que no importaba cuántas se fallaran, tarde o temprano, el gol iba a caer.

Pero el tiempo pasó, y el gol no caía. Luis Michel comenzaba a ser factor, los mano a mano eran ganados por el portero de las Chivas, y al inicio de la segunda parte, con la entrada de Marco Fabián, el Guadalajara cobraba algo de vida, como que al Ferrari, el "Vocho" o a la carcacha, se le dio algo de gasolina, porque Jonathan Orozco, cancerbero regio, comenzó a tener trabajo.

Vucetich vio con preocupación el panorama y al voltear a la banca recordó el as de espadas que le quedaba: Humberto Suazo. Al momento de entrar, el caprichoso delantero chileno marcó diferencia, porque la aguerrida defensa de las Chivas tenía una razón más para preocuparse.

Con apenas ocho minutos en la cancha, el regalo llegó. Una pelota para Suazo le cayó a De Nigris para abrir el marcador. El plan de Ambriz se vino abajo, y como no había nada con qué contestar, el segundo gol regio llegó por quien menos querían que llegara, el ex Águila Ángel Reyna, quien se estrenó como goleador rayado con un gran disparo, ante su odiado rival.

 DESINFLADAS

Mientras Rayados se va entre los punteros del torneo, con once puntos, Chivas se desinfla y se afianza nada menos que en el último lugar general con un punto.

¿A quién culpar? Parece que el tiempo que lleva Ambriz en el equipo es suficiente para terminar con los dardos que apuntaban a Fernando Quirarte; parece que el mismo Nacho poco puede construir con la mano de obra que le han proporcionado.

¿A quién culpar? El tiempo pondrá a cada quien en su lugar, porque en este momento el lugar de las Chivas es andar en el último sitio de la tabla.

Sí, las Chivas ahí andan, sin aire, sin saber a donde moverse o como recuperar vuelo. Las Chivas se desinflan.