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Chocolates y amor, combinación exitosa para Pymes

Muy rico. José Ramón Castillo, director de empresa de chocolates QUEBO, afirma que para elaborar sus productos utiliza únicamente insumos mexicanos.

Muy rico. José Ramón Castillo, director de empresa de chocolates QUEBO, afirma que para elaborar sus productos utiliza únicamente insumos mexicanos.

EL UNIVERSAL

Para tener éxito en un negocio se deben de identificar las oportunidades que marcan las fechas claves en el ciclo económico anual.

El 14 de febrero viene a ser la fecha de arranque del año, para todo el sistema económico y comercial.

En algunos países de Sudamérica el día de los enamorados es celebrado entre los meses de junio y julio, pero en los países industrializados el Día de San Valentín es el 14 de febrero.

La tradición, dicen, inició enviando cartas y tarjetas de amor y amistad entre las personas, aunque en estos tiempos casi cualquier producto es bueno para demostrar afecto o cariño por los seres queridos.

Flores, globos o muñecos de peluche representan las estrellas de la corona de la comercialización de San Valentín, pero sin duda los chocolates son los productos estrella.

Así José Ramón Castillo supo leer esta oportunidad de negocio hace casi seis años e inició lo que ahora es una de las principales chocolaterías del país. Chef de profesión, estudió en México, España y Francia.

"Tenemos seis años de desarrollar y vender el concepto de chocolatería mexicana evolutiva", explicó Castillo, quien utiliza para su labor productos 100% nacionales.

"Esa ha sido una de las claves de nuestra empresa", aceptó el chef.

Relató que en un inicio fue duramente criticado por otros colegas por no utilizar chocolate francés o belga y siempre respondió que el nacional tiene igual calidad que el europeo.

"Además el nacional se puede combinar con muchos productos y sabores que sólo aquí se encuentran y eso nos hace especiales".

"Creemos firmemente en la innovación como un concepto ligado a la tradición y al conocimiento de nuestras raíces chocolateras precolombinas, nuestro compromiso es promover los productos endémicos de las diferentes regiones de México a partir del uso de modernas técnicas de la chocolatería mundial", destacó.

Ubicada en la Ciudad de México, Chocolates QUEBO (cuyo significado es ¡qué bueno!, en Catalán), da trabajo y capacitación a más de 10 personas: los chefs chocolateros, un contador y un abogado.

Otras de las claves para triunfar en este negocio fue y es, aprovechar fechas como el 14 de febrero, Castillo explicó que este es un día en el que en su tienda, se forman largas filas de gente para comprar sus productos.

"Más bien el mejor día es el 13 de febrero, yo creo que es el único día en el que veo la tienda con filas de gente, la mayoría de hombres", aclaró.

El chef emprendedor dijo que existen otras buenas fechas de ventas como la Navidad, el día del maestro o el día de las madres, "pero sin dudarlo las mejores ventas se dan para esta fecha de los enamorados", aceptó.

Razonó que el chocolate es de los elementos culinarios que más fácil se comparten, a diferencia del café.

"Tu puedes ir a tomar café con alguien pero no tomar de la misma tasa, en cambio, una barra de chocolate, un bombón o una paletina, se puede consumir entre dos personas y así compartir el momento", aseguró.

Castillo relató que el chocolate unió a la gente desde el inicio de las culturas prehispánicas, sacerdotes, familias y jerarcas se juntaban para tomar bebidas con cacao. Regalar un chocolate por estas fechas, aseguró el chef, y durante todo el año, es hacer sentir bien a tu pareja, es un producto de aliciente, para compartir y demostrar cariño y amor por alguien.

Chocolates QUEBO, ha logrado colocar su producción en los principales hoteles y restaurantes en Polanco y Reforma en la Ciudad de México, además la ofrece en su tienda y también por las redes sociales.

El buen chocolate, concluyó, no engorda, baja el colesterol, es antioxidante y un gran energético.

 EL ORIGEN COMERCIAL DE UN AÑEJO FESTEJO

Existen diversas teorías que otorgan al 14 de febrero el origen del Día de los Enamorados. En los países nórdicos es durante la primera quincena de este mes cuando se aparean las aves y de ahí que este periodo se vea como un símbolo de amor y de creación. Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba antes de terminar el solsticio de invierno, la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros y para los romanos Cupido. En Gran Bretaña existía la fiesta de los valentinus, donde elegían a hombres y a mujeres para que formaran un matrimonio formal.

Otras fuentes centran el origen de San Valentín en la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido por el emperador Claudio II quien ejecutó al santo Valentín un 14 de febrero.

Pero el sentido comercial y de negocio se originó a mediados del siglo 19 en Estados Unidos cuando una mujer de Massachusetts, Esther Howland, comenzó un negocio de encajes en papel lo que hoy son tarjetas de felicitación.

Esther hizo una docena de estos cartones con encaje los cuales encargó a su hermano para que los vendiera en sus viajes de negocio a sus amigos y estos regalarlos a sus novias. La historia relata que la inversión inicial fue de 20 dólares, de los cuales ella esperaba obtener 200. Pasados un par de años el negocio había dejado ganancias por 5 mil dólares.

San Valentín es hoy una celebración que representa un gran negocio que marca el inicio del ciclo comercial en todo el mundo.

Como se informó en días pasados, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope) dio a conocer que por la celebración del 14 febrero prevé una derrama económica de 900 millones de pesos. Se calcula que el gasto promedio por persona será de 600 pesos, y se espera que la demanda en los giros de hotelería y restaurantes se incremente 103% y 95%.

De acuerdo con la NRF de Estados Unidos o (National Retail Federation por sus siglas en inglés), la derrama económica por San Valentín en aquel país será de 17 mil 600 mdd. Calcula que cada persona gastará 126 dólares en este día, mejorando la cifra de 2011 que fue de 116 dólares.

El fenómeno llamado San Valentín

TE AMO MUÑEQUITA..., ERES MI OSITO..., y similares mensajes dicen los globos que las personas de casi cualquier edad llevan por la calle. Los acaban de recibir de sus novios, esposos o simplemente amigos, o quizá apenas los obsequiaran a sus medias naranjas. En sus caras se ven las sonrisas y en su actitud, se muestra una anticipación del efecto que han tenido o tendrán con esos regalos.

El 14 de febrero, es una fecha que en casi todo el mundo se celebra el llamado día del amor. Las personas han venido buscando en los diferentes escaparates, tiendas, puestos y hasta con los ambulantes, ese regalo perfecto que refleja el sentimiento que se tiene por la otra persona, o personas, cada quien sabe su cuento. Y es un día en el que las expectativas que anticipan el efecto buscado afloran, los "clichés" abundan, los mensajes son y seguirán siendo los mismos. El amor lo transforma todo.

Las empresas se han venido preparando con mucha anticipación; los grandes almacenes han llenado sus espacios con afiches y mensajes que intentan llamar la atención de sus clientes, en otras tiendas más pequeñas, y casi sin importar lo que vendan, pues multitud de productos y servicios se han adecuado para esta fecha, con empaque, diseño y por supuesto con el precio correspondiente, también promueven el día del amor.

No existen barreras para expresar ese sentimiento que lo llena todo, hay productos y servicios para todos los bolsillos, unos muy tradicionales y otros más innovadores, pero al fin y al cabo "debo manifestar mi cariño con un regalo".

Las pequeñas empresas que están en las colonias y las tienditas tienen una oportunidad de participar en este fenómeno mundial, todo depende de adaptar su oferta con tiempo y anunciar que en ese local se venderá el regalo "perfecto". Un tortero ya publicitó una torta corazón de jamón.

La oportunidad debe ser aprovechada, el comerciante debe conocer a su cliente y ofrecerle un producto que por sencillo que pudiese parecer, sea un obsequio que al regalarse, genere en la persona querida, esa emoción de que es alguien muy importante.

El "secreto" consiste en adaptar su producto a esta necesidad de su cliente, comunicárselo con el tiempo adecuado, e inclusive, entregarlo con una actitud que personifique esa emoción que el consumidor intenta generar en su amor o amistad, colores, empaques, mensajes, y fundamentalmente los productos en su conjunto deben ser la imagen de la felicidad, que tanta falta nos hace.

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Escrito en: 14 de febrero

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