Se congestiona. Sólo hubo dos pendones en el camellón, a modo de señalamientos.
Como era de esperarse, el cierre de los carriles de entrada a Gómez Palacio a partir del desnivel del 11-40, trastocaron la circulación y provocaron embotellamientos en el bulevar Miguel Alemán, el punto de mayor flujo vehicular en toda la ciudad, por ser el paso obligado para miles de personas, en su transitar por la zona conurbada.
La desviación permanecerá durante los siguientes 28 días, tiempo en el que la empresa ferroviaria Ferromex construirá las pilas que soportarán el nuevo puente ferroviario. Será el año próximo cuando la vialidad vuelva a cerrarse para su ampliación a ocho carriles.
A partir de las dos de la madrugada comenzó a impedirse el paso en los dos carriles de Torreón a Gómez Palacio, pero hasta el mediodía no se habían colocado señalamientos ni letrero alguno que advirtiera a los conductores del cierre desde su ingreso por el puente que cruza el vado del río Nazas.
Sólo había dos pendones blancos al bajar del puente D1, en el camellón central, cuando ya los conductores estaban enmedio del embotellamiento y la confusión.
Aunque se avisó a las Direcciones de Tránsito de Torreón y Lerdo para que apoyaran en los accesos a Gómez Palacio, sólo los elementos de Ciudad Jardín colaboraron a la altura de la calzada Agustín Castro y la carretera del canal de Sacramento, pero del lado de Torreón no hubo ningún auxilio a la vialidad.
El director de Tránsito y Vialidad, Roberto Hamdan, dijo que entre ayer y hoy se ampliaría la señalética, pues muchos conductores no estaban enterados y los tomó por sorpresa.
La dependencia dispuso la asignación de elementos a los cruceros del Miguel Alemán y el Rebollo Acosta; la calle Urrea en los cruces con la avenida Madero, Corona y calzada Francisco Villa, así como en la calzada Lázaro Cárdenas del Parque Industrial, además de la avenida Siglo de Torreón, hacia donde se desvió el tránsito pesado y los autobuses de las rutas Torreón-Gómez -Lerdo.
"A la brava", elementos movieron las barreras de concreto y permitieron la vuelta a la izquierda por la lateral del canal de Sacramento, ya que esa opción no se consideró en el trazo de rutas alternas.