Esta es la última ocasión que a las actuales autoridades civiles de los municipios de Durango les toca presidir...
... las ceremonias oficiales del Grito de Independencia.
Mi reflexión hoy se remite al concepto básico de independencia, el cual nos remite a la cualidad de valerse por sí mismo, de tomar de manera libre y autónoma decisiones sin estar supeditado de un superior, de tener la solvencia principalmente económica, pero también de madurez para elegir soberanamente las mejores alternativas.
La independencia es contraria al sometimiento o dominio, es capacidad de autogobernarse.
Tomando en cuenta estas premisas habría que preguntarnos si nuestros municipios reúnen ya las condiciones para no ser dependientes del Gobierno Estatal, porque cuando se dice que tales o cuales obras se hacen con recursos de ese nivel de gobierno también es legítimo afirmar que nosotros aportamos con nuestros impuestos a esos recursos y de igual manera al Federal.
Seguramente somos dependientes a la hora de hacer las cuentas simples, esto porque hay enormes recursos que se generan por otros conceptos que no son impuestos locales, como lo serían los obtenidos por el petróleo de los que también somos beneficiados.
Pero aún así cuestiono: ¿qué no somos también mexicanos y por derecho nos corresponden?
Entonces cuál es la respuesta a la inequidad y al privilegio de las capitales; no encuentro otra que no sea la imposición.
Por otro lado, afortunadamente también es el último grito que encabeza a nivel nacional Felipe Calderón, y al momento de escribir estas líneas no hay más pronósticos que una ceremonia que será enmarcada con manifestaciones de repudio por la política que ha sumido al país a la más perversa dependencia de los poderes fácticos nacionales y extranjeros.
Esperamos la esperanza de los jóvenes para el próximo 15 de septiembre.