Claves contra la obesidad infantil
Si su hijo llega de la escuela, come, duerme y al despertarse ve televisión mientras come frituras y refresco, lo más probable es que tenga o llegue a tener obesidad infantil. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la obesidad infantil es considerada como la pandemia del siglo XXI y lo más alarmante es que este trastorno alimenticio se produce en el hogar.
Existen muchos factores para que la obesidad infantil se genere, pero la más importante son los malos hábitos que se deben cambiar para mejorar la salud.
Doctor en Casa trae para ti consejos con actividades y mensajes clave para combatir la obesidad infantil.
¡Adiós frituras, hola verduras!
La mayoría de los niños consumen golosinas o frituras mientras ven la televisión o hacen sus tareas siendo esto uno de los principales factores de la obesidad infantil. Una solución sencilla para combatir este problema es sustituir la comida chatarra por frutas y verduras. Por lo general los niños con sobrepeso tienen mayor preferencia por los alimentos dulces por lo que las frutas no causarán desagrado.
Algunos consejos para aumentar la ingesta de frutas y verduras es la presentación, hacer brochetas de frutas, añadirles limón y chile en polvo, tener el frutero siempre a la vista y hacer recetas con frutas y verduras, como el puré de manzana, plátano asado, pizzas con vegetales o canelones rellenos de carne y verduras. La ingesta diaria de grasas no debe superar el 30% por lo que se debe reducir el consumo de grasas saturadas y consumir como mínimo cinco raciones al día de frutas y verduras que es el equivalente a 400 gramos diarios, de esta manera se podrá moderar hasta erradicar el consumo de productos ricos en azúcares simples.
Refresco VS Agua
Los refrescos gaseosos afectan no sólo por sus grandes cantidades de azúcar, también por el gas y los colorantes, resultando dañinos para chicos y grandes. Su ingesta es de las causas principales que propician obesidad infantil por lo que es necesario estimular el consumo diario de agua o jugos. Las bebidas refrescantes suman azúcares y calorías a la dieta diaria de un niño afectándole de manera negativa, mientras que el agua suprime el apetito y acelera el metabolismo.
Para aumentar el consumo será necesario que los padres promuevan los beneficios del agua y se la den en distintas presentaciones añadiendo zumo natural de frutas, los padres también deberán de aumentar su consumo, ya que los niños tienden a imitar a sus papás y la mejor manera de promover una sana alimentación o el consumo correcto de algún producto será por medio del ejemplo en casa bebiendo entre uno y dos litros de agua diarios.
¡Sólo un programa!
Se debe reducir el tiempo que los niños pasan viendo televisión, jugando en Internet o en actividades sedentarias. Según la OMS los niños que pasan más tiempo en estas actividades se alimentan peor ya que acompañan el programa de televisión con frituras, golosinas o refrescos, además de que reducen notablemente la actividad física. Actualmente los videojuegos promueven la actividad física por lo que se pueden sustituir las horas frente a un programa de televisión por algunos bloques de baile en los videojuegos.
¡Ejercítalos!
Los videojuegos que promueven el baile o la estimulación física pueden ser una buena opción, sin embargo, las actividades tradicionales también los ayudarán a llevar una vida más saludable y a combatir la obesidad infantil. Salir a caminar, correr, ir en bicicleta o incluso actividades extra escolares como los deportes son buenas opciones para mantener a los niños ejercitados. El ejercicio debe de ser gradual ya que si el ejercicio es fuerte o pesado desde el principio el niño puede asustarse, cansarse y terminar por rechazarlo, lo ideal es que sea una actividad que el niño disfrute y que sea divertido compartiéndolo con dos o tres personas más.
Todos estos consejos ayudarán a reducir hasta eliminar los malos hábitos, mejorando la calidad de vida tanto de los niños como de sus padres ya que lo ideal es que los padres se involucren en estas actividades con sus hijos para que ambos reciban un beneficio, mejoren las relaciones y su salud sea cada vez más buena.
Consecuencias de la obesidad infantil:
1. Deformación de huesos y articulaciones
2. Dificultad para respirar
3. Alteraciones en el sueño
4. Madurez prematura en niñas. Ciclos menstruales irregulares
5. Hipertensión, colesterol y enfermedades cardiovasculares
6. Desánimo, cansancio, depresión, decaimiento
7. Baja autoestima, aislamiento social, discriminación
8. Trastornos que derivan en bulimia y anorexia en la adolescencia.
Fuentes:
http://www.consumer.es
http://www.guiainfantil.com