Coahuila lleva prácticamente un mes en las primeras planas de los periódicos de todo el país, al mismo tiempo que ocupa los espacios más importantes de los noticieros de radio y televisión. Lamentablemente la entidad se ha hecho famosa por malas noticias, particularmente relacionadas con el crimen organizado y no por la llegada de inversiones o logros que permitan un mejor desarrollo de la sociedad.
Dicha "promoción" mediática inició el 17 de septiembre con la fuga de 131 reos del penal de Piedras Negras, el asombro nacional alcanzó su punto climático cuando se reveló que los delincuentes se habían escapado por la puerta.
El estado nuevamente atrajo los reflectores tras registrarse un trágico accidente en la carretera libre Viesca-Matamoros, donde murieron 16 personas.
Coahuila se mantuvo en las primeras planas con el lamentable y condenable asesinato de Eduardo Moreira, hijo del exgobernador Humberto Moreira. Las imágenes de un padre destrozado, que en el pasado inmediato ostentaba el poder en la entidad, fueron transmitidas una y otra vez. El seguimiento de la noticia también ocupó un espacio preponderante en los medios de comunicación, sobre todo cuando se reveló que un jefe de la Policía Municipal de Acuña había citado con engaños al joven Moreira para ser asesinado.
En puntos intermedios de estas historias la entidad continuó en los noticieros por las constantes balaceras en Piedras Negras, Saltillo y Torreón. En nuestra ciudad ya se contabilizan más de 600 homicidios dolosos en lo que va del año, cuando el récord de 2011 fue de 740.
La muerte de Heriberto Lazcano, "El Lazca", en manos de la Marina tras un enfrentamiento en el municipio de Progreso volvió a poner al estado en las primeras planas. Sin duda toda esta "publicidad" poco beneficio trae a nuestra entidad que se erige como un estado violento. Incluso recientemente la revista norteamericana Foreign Policy, especializada en políticas exteriores, afirmó que Torreón es la séptima ciudad más peligrosa del mundo, en su ranking de 50 urbes.
A estas historias relacionadas con violencia hay que sumarle el escándalo de la megadeuda, las noticias relacionadas a Javier Villarreal, zar financiero en el gobierno de Humberto Moreira, que aún se encuentra prófugo.
Por si fuera poco la entidad muchas veces ha ocupado lugares importantes en la prensa nacional con datos falsos o incluso "noticias" dadas a base de rumores. En lo personal me tocó escuchar y leer a importantes periodistas condenando el hecho de que Rubén Moreira había obligado a los directores de la secundaria técnica 83 a expulsar al joven que le reclamó la deuda de Coahuila, lo cual fue falso. También leí y escuché en medios nacionales que los guaruras del gobernador se habían llevado al niño, lo que tampoco sucedió. Ahí está el video en Siglo TV donde se ve cómo el joven es alejado del gobernador por sus propios compañeros. Por cierto, Rubén Moreira nunca recriminó al estudiante. Además muchos medios nacionales han aumentado el número de ejecutados en Torreón en un día, al sumarle los muertos en accidentes o crímenes propios de la violencia intrafamiliar. Es cierto, los yerros periodísticos han sido menos ante las malas noticias que se han suscitado en nuestra entidad, pero también abonan a la deteriorada imagen que hay de Coahuila.
A pocos meses de cumplir un año en el gobierno, Rubén Moreira, no tiene una tarea fácil para enderezar el camino, sobre todo para revertir la imagen que hay del estado. La cual a nivel nacional es la de un estado sin ley donde todos vivimos con miedo. Tengo amigos o conocidos que sienten temor de venir a Torreón, como si fueran a visitar Irak en tiempos de guerra. Sin duda a pesar de la violencia que se vive, el miedo puede parecer exagerado, pero esa es la imagen que actualmente hay de un estado o de una ciudad donde en pleno juego del Santos se registra una balacera.
En este escenario el Gobierno estatal, junto a los municipales, deben trabajar arduamente para cambiar esta mala imagen, misma que ahuyenta las inversiones. Para lograrlo se debe trabajar en serio y no sólo en el diseño de campañas publicitarias donde un actor de telenovelas diga "que el Norte está en Coahuila" o que es posible sonreír por decreto.
Es importante señalar que las autoridades tienen mucho trabajo por hacer, pero la responsabilidad no se limita a ellos, nosotros como ciudadanos también debemos trabajar para transformar los tiempos violentos que vivimos. Es muy cómodo responsabilizar al gobierno de todos los males y no trabajar nosotros en revertir esta situación.
¿Dónde quedó nuestra fortaleza capaz de vencer al desierto?, ¿dónde está la pujanza que llevó a Coahuila a convertirse en uno de los estados más productivos? Los cambios no provienen de la cúpula del poder, por el contrario se generan abajo de la pirámide donde estamos los ciudadanos, quienes estamos obligados a empujar a los políticos para realizar las transformaciones.
Más allá de intereses políticos, de fobias y filias, nadie debe sentirse contento por los días que se viven en la entidad, porque todos vamos en este barco llamado Coahuila y depende de nosotros sacarlo a flote porque aquí vivimos y nuestra casa es más que un grupo o partido político.
Lharanda@elsiglodetorreon.com.mx
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