Una de las cualidades inherentes al político es la sensibilidad social, que permite que los recursos se destinen a un desarrollo equitativo de los diversos grupos, así como a mantener estabilidad global. El empresario se fija en la administración de los recursos, cuestión que se debe considerar en el ejercicio de gobierno, ya que la administración pública requiere eficiencia en los programas correctos así como alentar el sector productivo para que se genere riqueza y empleos.
Hoy se requiere enfrentar ideologías, propuestas, en lugar de intereses. Es de entender cómo un hombre de partido, un político con claridad y consciente de mantener los equilibrios sociales así como del rol del Estado, es la mejor opción para gobernar.
Hoy día hay quienes afirman que los partidos políticos están desideologizados, esto evidentemente daña la construcción social, obstaculizando el México del siglo XXI que todos queremos. Ya que lo ideal es propagar los pensamientos que nos motiven conscientemente a dedicarle energía para transformar el México del siglo XXI.
Hay un pasaje bíblico: "Pues la Ley entera se resume en una frase: Amarás al prójimo como a ti mismo. Pero si se muerden y se devoran unos a otros, ¡cuidado!, que llegaran a perderse todos."
Aunque lo cierto es, que el cristianismo no es propiedad de partido político alguno, es enseñanza universal. Todos queremos que en el mundo se gobierne para lograr justicia social y ciertamente creo que la política, como muchas otras actividades bien efectuadas, ayuda a cumplir los propósitos de Dios para nuestras vidas.
Lo importante es ser coherente con los hechos y lo que dicta nuestra conciencia en pro del bien común. El amor que se alimenta con acciones correctas y con servicio desinteresado, es la añoranza ideal para la conformación social.
Debemos manejar los temas y organizaciones en su justa dimensión, dimensionando correctamente la política en el lugar que le corresponde, que es buscar el bienestar social mediante la honesta administración de los recursos públicos, o sea, las cuestiones propias del Estado y la Legislación. Es muy común confundir la fe con fanatismos, tanto en el terreno político como en el religioso. El problema está en que los fanáticos justifican todo lo que hace su partido; todo, desde calumnias y estrategias difamatorias hasta corrupción. En todos los terrenos debemos participar a conciencia, no fuimos creados sólo para comer, respirar y ocupar temporalmente un espacio en el universo.
Emitimos juicios de valor en base a nuestros adoctrinamientos políticos, religiosos ó económicos, separamos en nuestro interior el mundo, y nos vamos contra los que no piensan como nosotros. La construcción de la nueva sociedad mexicana del siglo XXI requiere además de participación y unidad, trabajo. El trabajar por la paz, por el progreso colectivo, no es ceder para evitar conflictos, es mantenerse firme en las metas trazadas. Todos los que pensamos diferente podemos trabajar unidos por un México mejor; "El fierro aguza el fierro, uno se afina en contacto con el prójimo."
Como decía la madre Teresa de Calcuta: "Pienso que hoy el mundo está de cabeza y sufriendo tanto, porque hay tan poquito amor en el hogar y en la vida de familia. No tenemos tiempo para nuestros niños, no tenemos tiempo para el otro, no hay tiempo para poder gozar uno con el otro", definitivamente, en el hogar se construye la paz mundial; Quien tiene buenos hijos, tiene buenos ciudadanos.