En la primera devaluación del peso mexicano ocurrida en 1903, la paridad pasó de $1.01 a $2.01 por dólar. Originó que en marzo de 1905 se anunciara que México abandonaba el patrón plata para ingresar al patrón oro, proclamando que “la unidad teórica del sistema monetario de los Estados Unidos Mexicanos está representada por 0.76 g de oro puro y se le denomina peso”. La primera convención fiscal se convocó en 1924, estableciendo un sistema de tributación que permitiera sanear las finanzas dañadas por los conflictos militares y pos revolucionarios. Para llevar a cabo la reorganización económica se adopta el Impuesto Sobre la Renta (ISR), gravando progresivamente los sueldos y las utilidades, la idea era que en todo el país se contribuyera. El Banco de México se fundó en 1925. En los años 40’s se generó una consigna de producción, fabricar lo que antes se importaba, se da un impulso a la industria y a la educación para sustentar el crecimiento económico del país. De 1954 a 1976 la paridad cambiaria fue de $12.50 pesos por un dólar, debido a un acuerdo entre México, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El 31 de Agosto de 1976 el entonces Secretario de Hacienda anunció: “considerando que la paridad fija es una camisa de fuerza para nuestra economía, el gobierno mexicano determinó poner a flotar el peso”, así el mercado fijará la auténtica paridad; unos días después de esta declaración el dólar se cotizó a $19.90, al siguiente mes a $27.97, cerrando el año a $19.95. Iniciando las devaluaciones recurrentes, las crisis sexenales, la pérdida consecutiva del poder adquisitivo y la fuga de capitales. Durante los 70’s se busca un sistema de tributación que permitiera sanear las finanzas, se buscaba una carga fiscal en cascada sobre todas y cada una de las actividades financieras, el 1º. De enero de 1980 comenzó a ser aplicado el Impuesto al Valor Agregado (IVA). En el sexenio 1988-1994 vivimos como una potencia económica, estrenamos nuevos pesos, con tres ceros menos, ya no pagábamos tres mil pesos por dólar, solo $3.00. La derogación del control cambiario es aprovechada para la actividad puramente especulativa y la deshonestidad de algunos concesionarios y funcionarios, quebrantaron las finanzas nacionales. México vivió aquel 1994 “el error de diciembre” aquel 1994. Durante 2001 se habló de una fallida nueva hacienda pública. ¿Qué debemos hacer para romper el ciclo?, ¿Será volver al patrón plata?, ¿Qué respalda nuestra economía?, ¿Debe ser el efectivo y la producción de cada quien lo que respalde nuestro instrumento de pagos?, ¿Se requiere de otra convención fiscal?, ¿Debe volver la consigna de producción e impulso industrializador? Hace falta una verdadera convención fiscal; es importante la utilización responsable de créditos que activen la economía, impulsar la producción, circulación de bienes, servicios y dinero, contribuir al gasto público para así hacer frente a la actual situación financiera; capacitación técnica que impulse el desarrollo de la mano de obra y calidad en la producción. Evitar que el barco se hunda depende de todos los que estamos a bordo, quizá cambie el capitán, inclusive hasta el color de su uniforme, pero los subalternos y la ruta de navegación permanecen igual, en estas circunstancias todos debemos enderezar el rumbo.
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