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COLUMNA DE HÉRCULES

UN MERCADO SOCIAL PARA UNA ECONOMÍA SOLIDARIA

JUAN CARLOS ALONSO CARREÓN

Derivado de la función que el mercado cumple en la economía, es natural que para economía solidaria, el mercado fuera social. En la búsqueda de mercado social, economía solidaria, encontré este concepto: "El Comercio Justo es una asociación de comercio, basada en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional. Contribuye a un desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de productores y trabajadores marginados. Las organizaciones de Comercio Justo, apoyadas por los consumidores, están implicadas activamente en apoyar a los productores, sensibilizar y desarrollar campañas para conseguir cambios en las reglas y prácticas del comercio internacional convencional."

Se estima que en Europa hay unas 3 mil tiendas de Comercio Justo, la primera abrió sus puertas en Holanda en 1969, y en España las primeras tiendas surgieron en 1986.

Es en el mercado donde se forman los precios y se define la tendencia de la producción, y cada vez es más patente la necesidad de un mercado social que desarrolle una economía solidaria.

Un grupo de obispos, empresarios, sacerdotes y laicos, convocados por el Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y por la Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa (UNIAPAC) Latinoamericana, se reunieron en Cochabamba (Bolivia), del 17 al 18 de junio de 2010.

El objetivo era estudiar los desafíos de la empresa a 200 años de la independencia de América Latina y el Caribe. Los asistentes afirmaron: "que se precisa una economía de mercado solidaria, que incorpore a toda la persona y a todas las personas que el hombre no será humano si no es hermano; que el capital humano es el primer capital; que la empresa, es sociedad de capitales y, sobretodo, una sociedad de personas".

Los firmantes enumeran una serie de desafíos a los que se enfrenta la empresa latinoamericana.

En primer, lugar, "promover y desarrollar en la empresa el sentido ético y el compromiso social, logrando una empresa más cercana a los trabajadores y a la comunidad. La empresa exitosa es una oportunidad para todos, fomenta fraternidad en la forma en que orienta sus negocios, y practica valores que van más allá que lo económico, pudiendo ser un espacio de libertad y participación".

Hay que considerar que el productor deberá ser capaz de ofrecer productos de calidad y de planificar su cantidad de producción y las fechas de entrega antes de aceptar los pedidos.

Hemos escuchado frases reiterativas, dicho las clásicas preguntas: ¿Qué hace el país por mi?, ¿Qué me ofrece la sociedad?, y en verdad pareciera reiterativo preguntar ¿Qué hago por mi país? ¿Qué estoy dispuesto hacer para contribuir a que muchos vivamos mejor?

amigo@juancarlosalonso.com.mx

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