Al igual que usted, amable lector, me entristece el fracaso de nuestros competidores "amateurs" en ese circo profesional en que se han convertido los Juegos Olímpicos. Al terminar los de Beijing se habló de que lo importante no era ganar sino competir (anticuado concepto del Barón De Coubertin), para justificar el lugar 51 de México, entre 154 países. Nos superaron en Latinoamérica, las 24 medallas de Cuba, 15 de Brasil, 11 de Jamaica y 6 de Argentina.
¿Hay alguna explicación racional de este fenómeno? Ninguna. Es en mi opinión irracional que un país con el clima, la situación geográfica, y sus avances culturales y educativos, no pueda desarrollar mejores deportistas. Es la misma historia, desde que el 22 de julio de 1933 se formó la "Codeme". El acta constitutiva la hizo "responsable de transformar el ejercicio del deporte en México en un factor poderoso de unidad nacional y para que lo hicieran fuente perenne de salud y vida para el pueblo mexicano" (no aclaró que formaran campeones).
Los once primeros presidentes fueron en su mayoría gente conocedora y practicantes activos en el deporte mexicano, dos de ellos generales del Ejército. Más o menos el deporte mexicano siguió el lento desarrollo socioeconómico del país. Fue idea mexicana crear los Centroamericanos y del Caribe en 1926; participó desde los cuarenta en crear los Panamericanos. El deporte llegó a ser materia obligatoria en escuelas; penosamente, el deportista mexicano comenzó a destacar al ritmo del desarrollo socioeconómico del país. Pero…
El mismo mal que aquejó al olimpismo, golpeó el deporte de aficionados mexicanos: el dinero. En los juegos de la antigüedad los competidores eran definitivamente "amateurs", puesto que los juegos los organizaban los "aristócratas" griegos, quienes además eran los competidores.
Pero reconozcamos que el concepto actual del "amateur" es anticuado, está fuera de época. Antes era comprensible: la vieja Inglaterra del siglo XIX tenía una sociedad donde el caballero noble adquiría los servicios de un "plebeyo" que le enseñaba el "arte de la defensa propia, el golf o el tenis. El futbol era "de las masas"…
Es opinión generalizada, que el COI trató siempre de preservar esa imagen. No olvidemos que casi todos sus miembros son también millonarios, anticuados, de ideas afines, que eligen a sus sucesores.. Pero les reconocemos que son soñadores que todavía creen en eso del "ideal del amateurismo". Pero como ocurre con muchos ideales, la realidad los debe cambiar en el momento oportuno. Y una posible solución de "término medio" es de lo que hablaré en el próximo comentario.
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