Clint Eastwood
El monstruo de Hollywood
El actor, director de cine, productor cinematográfico, guionista, músico y compositor estadounidense Clint Eastwood suele realizar un filme cada año y medio. Con una múltiple premiada carrera, los más importantes son sus codiciadas tres estatuillas doradas otorgadas por la Academia, la más reciente conseguida por la bo- xística Golpes del Destino.
“En mis inicios me ficharon para una división de formación de jóvenes talentos de Universal, donde me enseñaron de todo: montar a caballo, tirarme por ventanas, bailar, buenos modales, pero me echaron. Después, todo ha sido suerte en mí”, dijo el cineasta en una entrevista.
El padrino
Francis Ford Coppola se ha convertido en un gran productor de vinos, pero su fuerte es sin duda el cine, aún a sus 72 años de edad. Re- cientemente estrenó Twixt, un thriller con Val Kilmer.
El de lentes
Woody Allen hizo su primera película en 1966, ba- jo el título What’s Up, Tiger Lily? y realizó otra tres
años después, llamada Robó, Huyó y lo Pescaron. Desde entonces ha estado tras la cámara en 45 ocasiones más, dirigiendo clásicos como Hanna y Sus Hermanas y La Rosa Púrpura del Cairo.
Ahora mismo se encuentra terminando Nero Fiddled, protagonizada por Ellen Page, Jesse Einsenberg y Penélope Cruz. “(El ser director) es un trabajo despreocupado. En realidad no es un trabajo físicamente difícil. Entonces me gusta hacerlo”, contó en una ocasión.
Llegó tarde
Martin Scorsese fue el rey sin corona por muchos años. Cuando todo mundo lo daba como favorito para el Oscar por Toro Salvaje, La Última Tentación de Cristo o Buenos Muchachos, siempre se quedó en la orilla. Pero un día la Academia quiso congraciarse y premió Los Infiltrados, cinta de buena manufactura, que para muchos no merecía ganar. Pero le debían el Oscar y ganó en 2007. Desde entonces ha dirigido La Isla Siniestra y un documental sobre los Rolling Stone. Ahora prepara una cinta sobre Frank
Sinatra La Voz. Un día le preguntaron si deseaba ser recordado por la historia. Su respuesta fue inmediata. “Mi ego es enorme. Me gusta ese asunto. Sí, proba- blemente me gustaría. Ignoro la razón”, dijo.