Adelle Hartley, la 'programadora indigente'. CORTESÍA THE ZIG ZAGGER
Probablemente al leer la cabeza de esta noticia su curiosidad ha despertado el interés de conocer cómo una persona que es desempleada y vive en las calles subsistiendo con lo poco que la gente le da como donativo puede pensar en conectarse a la red y lo que es más, gastar más dinero en esa actividad que lo que gasta en comida. Permítanos presentarle el caso.
Su nombre es Adelle Hartley y, de acuerdo a información del Huffington Post, tiene 39 años, vive en Sidney, Australia y es una indigente desde que hace seis meses perdió su empleo como programadora.
Ahora Adelle se dedica a solicitar ayuda económica en las calles de la ciudad, actividad que intercala con su profesión, no de una manera con remuneración fija, sino haciéndose promoción por su cuenta.
Hartley hace un uso provechoso de la internet y las redes sociales, tanto como lo hace de las calles anunciando en cartelones y en la web sus servicios como programadora, lo que le ha conseguido realizar algunos trabajos desarrollando aplicaciones.
En promedio, Adelle gasta diez dólares diarios en mantenerse conectada a la red y estar realizando labores de programación, cantidad mayor a la que gasta en comida. No obstante esta peculiar mujer declaró que prefiere incluso ser una indigente a tener que estar sin conexión a la red.
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