Comparten el pan de cada día

"Dedos de pollo", lentejas, arroz y verduras, es el menú que se preparó para compartirlo con niños de colonias donde la pobreza es la característica que hay en común.

Se trata de una Asociación Civil Cristiana denominada Pan de Vida, que desde hace tres años alimenta a casi 200 niños, hijos de presos, sexoservidoras, personas desaparecidas y hogares disfuncionales.

"Todo comenzó con la convivencia que teníamos con los niños como Iglesia Cristiana, veníamos a estas colonias para impartirles valores, sábado y domingo. En la convivencia nos dimos cuenta que tenían hambre, empezamos a darles agua y frituras, pero no los saciábamos, entones empezamos con el comedor", dice Fabia Salas de García, representante de Pan de Vida.

El menú se prepara gracias a la aportación de los voluntarios y los integrantes de la Iglesia a la que pertenecen, pues de apoyo gubernamental únicamente reciben dos despensas al mes, por parte del DIF municipal.

Han tocado puertas en centros comerciales de prestigio, pero hasta el momento no han tenido respuesta.

 LABOR

Los comensales de todas las edades, pero en su mayoría niños, comienzan a llegar desde las 12 del día. Los más pequeños llegan y abrazan a las encargadas, las saludan y luego toman un lugar en el comedor.

Pacientes esperan a terminar la oración en la que se da gracias a Dios por los alimentos y dones recibidos, e inmediatamente empiezan a comer.

Los niños consumen la cantidad que satisface su apetito, no se les limita, por el contrario siempre se les sonríe y da lo que piden, pues para algunos tal vez sea el único alimento del día.

Además de la comida, una de las cosas que más solicitan son abrazos y atención, sobre todo los más pequeños, aseguran las encargadas del lugar.

"Son hijos de presos, de los que han matado, no tienen papá y mamá, niños que en su entorno ven mucha violencia, entonces nosotros los abrazamos demostrándoles afecto, hablamos con ellos, buscamos hacerles saber que hay quien los quiere y los va a apoyar", comenta.

María Isabel Salas, presidenta Administrativa, cuenta que con estas demostraciones de afecto han podido canalizar esa rebeldía que encontraron cuando empezaron.

"Cuando comenzamos nos exigían la comida, comenzaban a hacer ruido con una actitud rebelde, nosotros lo que hacíamos era abrazarlos, ellos se quedan sorprendidos porque a lo mejor esperaban un grito o un golpe y nosotros los abrazábamos, así empezamos", dijo.

Comentó que incluso en un inicio los pleitos entre los menores y actos rebeldes eran constantes para llamar la atención.

"En una ocasión nos quebraron los vidrios de un camión que tenemos y con el que los recogemos y trasladamos a sus casas, es un vehículo ya viejo, no hicimos nada; también se han intentado llevar material que tenemos, de todos modos seguimos aquí", dijo.

Al finalizar sus alimentos, muchos niños se quedan a jugar hasta que se retira el grupo. Sin embargo, la asociación no cuenta con juegos infantiles, sólo con unas llantas de camión que hasta el momento son su única forma de diversión.

Aún así, los niños se divierten, se ven seguros, tranquilos y protegidos. Al retirarse de ahí vuelven a su difícil realidad.

El grupo Pan de Vida está integrado por 30 personas, entre cocineras, maestras y quienes se encargan del manejo de la misma.

Comienzan temprano por la mañana a preparar la comida en una cocina que se ubica cerca del templo. Luego trasladan los alimentos a la colonia 18 de Julio donde está el comedor que poco a poco han ido construyendo.

El equipo termina la labor alrededor de las 5 de la tarde, incluso hay profesionistas que abandonaron sus estudios para dedicarse de tiempo completo a la labor altruista.

 IMPARTEN TALLERES BÍBLICOS En el terreno donde se ubica el comedor hay tres cuartos en donde sábado y domingo imparten talleres bíblicos y de valores dirigidos para toda la familia.

Los asistentes son habitantes de las colonias Atenco, 18 de julio, San Isidro, Independencia y San Fernando.

Los niños y jóvenes se dividen en varios grupos, pero la mayoría toma las clases a la intemperie.

La asociación también imparte cursos del INEA para que terminen su escuela los jóvenes y los adultos; entregan despensas a las familias identificadas con mayores necesidades y hacen diversas actividades encaminadas a ayudar a estas personas.

La asociación busca además integrar talleres para enseñar un oficio a las familias y que de esta manera se ganen el sustento diario. También tienen otros proyectos en puerta, como la construcción de un albergue, pues han identificado a niños huérfanos o al cuidado de sus abuelos quienes no los pueden mantener por su edad.

Ahora lo que les hace falta para cristalizar esos proyectos son recursos y personas que se sumen a esta noble labor, por lo que hacen la invitación a quienes deseen colaborar que se pongan en contacto a través del correo electrónico pandevidadelalaguna@hotmail.com, o bien en el teléfono 725 33 15.

La asociación está legalmente constituida y cuenta con recibos deducibles de impuestos.

Además está integrada al Consejo Durango-Lagunero de Organizaciones No Gubernamentales, en donde llevan un taller para comenzar a bajar recursos gubernamentales.