Bienvenida. El Papa Benedicto XVI fue recibido por el presidente Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala.
Al iniciar su viaje a México, el Papa Benedicto XVI llamó a combatir la violencia y el narcotráfico y a "desenmascarar el mal y la estafa detrás de la droga".
En una breve entrevista a bordo del avión que lo llevó a Guanajuato, el Papa dijo que el combate a "este mal destructivo" es de gran responsabilidad para la Iglesia en México, un país con más de 80 por ciento de población católica.
Dijo que la Iglesia debe "desenmascarar esta idolatría del dinero, estas falsas promesas, la mentira, el engaño".
Luego, en su discurso en el aeropuerto del Bajío, el Pontífice dijo que rezará por quienes sufren la violencia.
"Pediré especialmente, por los que más lo necesitan particularmente por los que sufren a causa de rivalidad, resentimientos y formas de violencia", dijo.
Benedicto XVI arribó a Guanajuato ayer por la tarde y fue recibido por el presidente Felipe Calderón y la jerarquía católica en México.
En su discurso de bienvenida, Calderón dijo al Papa que llega a un país "que ha sufrido" la crisis económica y la violencia del crimen organizado.
Calderón dijo al Pontífice que su presencia "adquiere un significado enorme en momentos en que (México) atraviesa horas difíciles".
A diferencia de Vicente Fox al recibir a Juan Pablo II en 2002, Calderón no besó el anillo del Papa.
Tras la ceremonia de bienvenida, Benedicto XVI abordó el "Papamóvil" para recorrer 38 kilómetros a León. A lo largo del trayecto se congregaron unas 700 mil personas y le gritaron porras.
"Benedicto, hermano, ya eres mexicano", coreó la multitud, en una porra originalmente dedicada a Juan Pablo II.
La agenda papal no incluyó actos públicos ayer por la tarde, sólo una misa privada en el Colegio Miraflores, donde se hospeda el Pontífice.
Las actividades de hoy serán hasta la tarde, con una reunión con Calderón en la ciudad de Guanajuato y un encuentro con niños. (Con información de AM de León)
Un país menos católico
Los 33 años que separan las primeras visitas de Juan Pablo II y Benedicto XVI a México fueron de pérdida de fieles para la Iglesia Católica.
México aún es el segundo país con más católicos en el mundo, después de Brasil. Pero mientras Juan Pablo II llegó en 1979 a un país con el 96 por ciento de habitantes católicos, hoy la proporción es de 83 por ciento, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Los datos indican que la mayor pérdida de fieles católicos se da en el sur del país, las zonas fronterizas y las regiones más marginadas, especialmente la periferia de las grandes ciudades.
En esto contexto, cada vez más mexicanos se declaran ajenos a una religión.
Sin embargo, Benedicto XVI llegó al estado más católico de México. En Guanajuato, el 94 por ciento, de sus 5.4 millones de habitantes, es de religión católica.
La agenda de hoy
⇒ 18:00. Encuentro con Felipe Calderón en Guanajuato.
⇒ 18:45. Encuentro con niños en la Plaza de la Paz en Guanajuato.
