El enviado especial de Naciones Unidas (ONU) para Afganistán, Jan Kubis, condenó hoy el atentado suicida en una mezquita en Maimana, en la provincia afgana de Faryab, que dejó al menos 40 muertos y medio centenar de heridos.
Kubis calificó este atentado de “atroz” y llamó a combatir ese tipo de ataques "ilegales e indiscriminados" contra la población civil.
En un comunicado, Kubis subrayó que atentados como el de la mezquita en Maimana "no tienen justificación y deberían ser condenados en los términos más contundentes posibles".
Deploró que el ataque tuvo lugar en un contexto especialmente sensible para los musulmanes, que celebran estos días el Eid al Adha, la fiesta del sacrificio.
La Misión de la ONU para Afganistán (UNAMA) puntualizó que las mezquitas son lugares protegidos por la ley humanitaria internacional, que prohíbe ataques contra lugares de oración.
En el ataque a la mezquita perpetrado este viernes después de las oraciones del primer día de la festividad musulmana, murieron unas 40 personas y 50 resultaron heridas.
El presidente afgano Hamid Karzai calificó el ataque de "cruel y brutal".
"Quienes reprimen y quitan la alegría y felicidad de los musulmanes en un día festivo como éste, son enemigos del islam y no podemos llamarlos personas ni musulmanes", dijo Karzai.
