El Congreso del Trabajo ha instruido a los diputados y senadores que lo representan a no votar por aquellos planteamientos que afecten el Artículo 123, el derecho de huelga, la contratación colectiva y autonomía sindical, sostuvo Reyes Soberanis Moreno, integrante de la Confederación Obrera Revolucionaria, quien advirtió de los riesgos de que en la discusión de los cambios a la Ley Federal del Trabajo vaya a quedar una "reforma monstruo".
"Hacer una reforma parcial en un tiempo muy corto reduce la capacidad de análisis real de fondo que derive en una reforma de beneficio. Porque si después de 500 iniciativas para una reforma laboral, casi 15 años de discusión y más de 40 años de vida de la actual legislación, no se ha concretado cambiar la ley, entonces veo muy complicado que en unos días se pongan de acuerdo, por lo que se corre el riesgo de hacer un ‘frankenstein’ que dañe más los derechos de los trabajadores".
Soberanis Moreno, secretario general de la Confederación Obrera Revolucionaria (COR), insistió en la importancia de hacer un análisis de fondo de la iniciativa preferente en la citada materia que envió el Ejecutivo al Congreso el pasado 1 de septiembre y no caer en el error de hacerle cambios y aprobarla al vapor.
Otro error y perverso, continuó, sería que se aprueben modificaciones a través de acuerdos cupulares, porque obedecería a intereses particulares y de grupo y no de los trabajadores.
Expuso que al interior del Congreso del Trabajo no se pretende una reforma constitucional,
"Nosotros no hablamos de reforma constitucional, en lo que se refiere al derecho de huelga y la contratación colectiva.
"Son garantías que deben ser intocables así como el de autonomía sindical, por lo que se rechaza la propuesta de que se aplique a los sindicatos auditorías externas, porque como su nombre lo dice, es externa y significaría una intervención a los sindicatos, en donde, al menos en las organizaciones afiliadas al CT, sí se rinden cuentas a sus agremiados".
Reyes Soberanis estuvo de acuerdo en que se ponga orden en las Juntas de Conciliación y Arbitraje, "porque ahí a veces ni se da la justicia y esta no es pronta, ni expedita y el trabajador se enfrenta a un viacrucis que cae en la trampa, tanto de burocracia, como de autoridades y coyotaje, cuando debería ser la resolución más inmediata".