Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llegan a la mesa de negociación que iniciará el próximo día 15 en Oslo, en el peor momento político-militar de toda su historia, según un análisis del ministerio de Defensa.
El gran objetivo de las FARC “de tomarse el poder político en Colombia es un imposible. Las FARC de hoy están en el mismo punto donde empezaron hace más de 40 años, con una gran diferencia: la organización de hoy no tiene futuro”, asevera el documento.
El Estado “le ha asestado (a las FARC) severos y contundentes golpes en el terreno político, militar e internacional”, recuerda el análisis.
Añade que esos golpes “dejan a esta organización lejos, como nunca antes lo habían estado, del objetivo que por décadas ha aglutinado a miles de combatientes bajo el mando de hierro del Secretariado”, pero advierte que no ha sido “derrotada”.
“Representan una seria y clara amenaza a la seguridad nacional de Colombia, en la medida en que mantienen una no despreciable capacidad militar, así como fuentes de financiamiento que aún les reportan importantes recursos, en particular el narcotráfico”.
Señala que “aunque estamos en la etapa final de la confrontación”, es en esta fase en la cual deben confluir los esfuerzos de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, de las demás instituciones del Estado, la población colombiana y la comunidad internacional.
En el ámbito político, afirma el reporte del ministerio colombiano de Defensa, las FARC fracasaron en el objetivo de aglutinar a la sociedad en torno al proyecto revolucionario y hoy en día no pueden dar cuenta de ningún tipo de apoyo masivo.
“Existen algunos focos reducidos de apoyo voluntario en zonas muy apartadas donde históricamente el Estado colombiano no ha hecho presencia y la población no ha conocido autoridad distinta a las FARC”, reporta.
Según el informe, en el plano militar las FARC “también han sufrido los peores golpes y retrocesos de su historia y se encuentran en una fase de franco debilitamiento de su poder armado”, perdieron la “iniciativa estratégica y están huyendo y a la defensiva”.
(Las FARC) “están en una fase de preservación de su escasa fuerza, la que destinan primordialmente a proteger a sus cabecillas, a los secuestrados y a su infraestructura de producción de drogas”, asegura.
El Ministerio de Defensa afirma que las FARC perdieron presencia e influencia territorial, tienen un alto nivel de corrupción e indisciplina, carecen de mando y control de sus miembros, registran un gran descenso en sus ingresos y falta de liquidez.
“La creciente desmovilización en sus filas es un factor importante de reducción de su moral, pero además cada día se reportan entregas de mandos medios que llevan en la organización cinco, 10 y hasta 20 años de militancia continua”, subraya el documento.
En el escenario internacional, “la existencia de las FARC como movimiento armado no tiene cabida ni en el mundo ni en la Colombia de hoy”, dice.
“Aún los líderes más cercanos a su causa, como los mandatarios de Venezuela, Ecuador y Cuba, han manifestado su desprecio por el uso del secuestro como recurso y han rechazado igualmente la permanencia de las FARC en la lucha armada”, concluye.
