El clavadista Germán Sánchez celebra con sus padres, luego de obtener junto con Iván García medalla de plata en plataforma 10 metros. Contentos padres de Germán Sánchez con el triunfo
Desde lo más alto de las gradas del Centro Acuático de esta capital, dos voces retumban, la bandera mexicana se agita entusiasta en cada salida a la plataforma de 10 metros de la pareja mexicana de Iván García y Germán Sánchez.
En cada salto, doña Leticia y don Germán, padres de Sánchez, se adueñan del escenario como si quisieran tomar a su hijo y elevarlo con sutileza para no fallar y llevarlo al fondo de la fosa sin salpicar una gota de agua.
"Vamos, vamos", gritan a todo lo que da su voz ante la mirada de los ingleses, que al igual que ellos saltan y se emocionan cuando Tom Daley y Peter Waterfield se lanzan desde lo alto de la plataforma en busca de la medalla.
"Es muy padre ver a tu hijo hacer lo que el nuestro ha hecho", dijo doña Leticia, quien con los ojos a punto del llanto no suelta la bandera nacional que hace ver al águila aún más grande de lo normal por el juego óptico que toma al ser agitada por su dueña.
Las palmas no cesan y el júbilo en todo su esplendor. El Centro Acuático se prende y no cabe nada para no estar contentos. Los jóvenes mexicanos remontan tras el quinto lugar en el tercer salto, y en la cuarta ronda ya no dejaron de hacerlo bien para asegurar el metal argento, porque el primero, los chinos ya no lo soltaron.
"Me llena de mucha emoción, es algo grandioso y ahora vamos a festejar", señaló la mamá de Germán, quien con lágrimas no dejó de ondear la bandera tricolor.
Don Germán, en tanto, se mostró orgulloso porque después de cuatro años de larga espera por fin pudo ver a su hijo colgarse una medalla que siempre soñó.
"No puedo decir con exactitud lo que siento, pero lo que sí sé es que ahora tengo un hijo medallista olímpico", apuntó.
"No podíamos ver casi nada, sólo las patitas del pollo porque nos dieron boletos de lo más arriba de las gradas. Pero no importa porque ver a mi hijo ser medallista es algo que guardo con mucho amor", expresó.
Desde afuera del complejo deportivo ya aguardaban impacientes Germán Sánchez papá y Leticia Sánchez. Ya querían tener la oportunidad de estrechar a su hijo y felicitarlo por la presea conseguida. Cuando por fin Germán hijo apareció, la familia Sánchez Sánchez se fundió en un solo abrazo.
"Nunca me imaginé que tendría un hijo olímpico. Ahora lo estoy disfrutando y es una emoción para compartirla con todos los mexicanos. Sufrí durante la competencia, pero así se la juegan, o son quintos o son primeros lugares, pues siempre arriesgan", destaca el progenitor de Germán.
Leticia Sánchez recordó que su hijo veía con curiosidad cuando su esposo se lanzaba al agua de alturas temerarias, como puentes, por simple juego. Pero nunca pensaron que su hijo lo tomara como una disciplina.