En el contexto de la actual economía globalizada, y tomando en cuenta la flexibilización de los procesos productivos y los avances casi diarios de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, se hace más imprescindible el aprovechamiento de los recursos locales propios de la región expresados en sus vocaciones, sus potencialidades culturales, institucionales, económicas, sociales y políticas para el desarrollo de sistemas innovadores y competitivos. Es necesario aprovechar las habilidades de los actores públicos y privados coordinadas para impulsar procesos de fomento productivo destinados a dinamizar actividades empresariales con capacidad de generación de empleo local estable, sustentable.
El problema no es nada sencillo, debemos determinar que hacer en una región en donde la realidad generalizada son las necesidades básicas insatisfechas; la incapacidad técnica y financiera para generar calidad de vida, bienestar y seguridad, la incapacidad técnica para detectar áreas prioritarias de inversión; localidades con bajos niveles de escolaridad, tasas de cesantía, muy bajo nivel de infraestructura y escaso nivel de desarrollo empresarial y tecnológico.
Las localidades y regiones que mas necesitan estrategias viables de crecimiento son justamente, las que menos condiciones cumplen para impulsar procesos de desarrollo local endógeno. Aquí reside, por tanto, buena parte del desafío para los actores políticos y sociales, aquí es donde deberíamos encauzar buena parte de nuestros esfuerzos.
Desde la década de los ochenta, y todavía con más fuerza en los 90, el complemento a las políticas de desarrollo ha sido este nuevo enfoque basado en el aprovechamiento de los recursos y potencialidades propios de la región como punto de partida para un nuevo tipo de desarrollo basado en lo local.
Conscientes del cambio del modelo de producción en masa por modelos de producción flexibles, esto ha significado una revolución que ha permitido la revalorización de lo local como fuente de crecimiento, innovación tecnológica de las actividades productivas pequeñas y medianas, creación de empleo, capacitación de mano de obra especializada para procesos específicos, y capacitación en gestión empresarial para la correcta valoración y proyección de los recursos locales existentes para desatar procesos de desarrollo propios, acordes a nuestras posibilidades para de ahí partir a metas más retadoras.
Debemos estar conscientes de las características más importantes del proceso de reestructuración económica internacional al que hemos sido sometidos desde mediados de la década de los ochenta y que favorece una nueva visión de lo que puede ser el desarrollo local basado en las propias vocaciones:
*Han emergido, con mucha rapidez, nuevas tecnologías de producción y comunicación que permiten la segmentación de la producción y del proceso de distribución que en el pasado estuvo espacialmente unificado; las instalaciones individuales no son ya, necesariamente, el asiento de empresas completas sino solo de partes de ellas.
* Nuevas formas de organizaciones empresariales que favorecen la distribución mundial de funciones empresariales específicas de acuerdo con las ventajas de cada localidad. Muchas localidades han sido por tanto despojadas de sus pasadas funciones empresariales claves y han sido a menudo dejadas con funciones rutinarias de menor nivel.
*La guerra entre regiones y localidades por actividades de producción y distribución (particularmente con alto contenido tecnológico) ha puesto a las regiones a competir unas contra otras por la captación de compañías transnacionales.
*Las reducidas o nulas tasas de crecimiento han significado que el desarrollo local puede sustentarse ganando una participación en los mercados existentes a través de mayor productividad, la creación de nuevos productos, y la aplicación de nuevas tecnologías. Debemos de tener muy en cuenta, si queremos ser competitivos como región, que las localidades y regiones están crecientemente tratando de capturar tantas nuevas tecnologías y productos como sea posible para permitirles estar en la era "joven" del ciclo productivo.
*Los requisitos de innovación y flexibilidad que surgen de las condiciones anteriormente enumeradas, han hecho que las políticas tradicionales de desarrollo local y regional sean ampliamente inefectivas y se requieren URGENTEMENTE, nuevos enfoques para estimular el desarrollo económico.
Nadie hará por la Laguna lo que los laguneros no hagamos por ella, las características descritas están principalmente relacionadas con la creciente movilidad mundial del capital que implica nuevas estrategias de desarrollo local y regional. Muchos países están tomando esto en cuenta para cambiar sus políticas de Estado. Está a la vista que las políticas en el ámbito nacional y central han sido incapaces de movilizar y coordinar los recursos locales para lograr empleo y crecimiento.
Hasta hace poco tiempo se sostuvo que en la presente economía globalizada, los esfuerzos de desarrollo desde abajo eran difícilmente efectivos. Sin embargo, en la década de los 90, sobre todo en la experiencia europea y particularmente española e italiana, las iniciativas locales han demostrado que estos esfuerzos, unidos al compromiso de la iniciativa privada y de la sociedad civil, son factores esenciales de programas de recuperación económica efectivos.