LOS NUEVOS NORMALES
En el año 2006, un abogado litigante de San Francisco, con una hija de un año y medio de edad, se enfrentó a un problema crucial: consciente de que trabajando 60 o 70 horas a la semana y proyectando ese ritmo a los próximos cinco años, se percató de que no habría forma de dedicarle tiempo a su hija. Por lo tanto, planteándole la situación a su esposa, quien también trabaja como abogada, discutieron su deseo mutuo de que alguno de los dos se quedara en casa para evitar dejar a la niña en una guardería y acordaron que él, de 35 años de edad, dejara su trabajo y se uniera al creciente grupo de papás que se quedan en casa en los Estados Unidos.
Seis años después, en el 2012, este joven abogado se considera a sí mismo como un nuevo arquetipo de padre que ha modificado su rol de proveedor. Hoy también tienen un hijo y han cambiado su residencia a Detroit. Comenta que él construye los juguetes de sus hijos en lugar de comprarlos hechos, ha aprendido a trabajar la madera y la piel, además de haber aprendido otras habilidades que él asegura no hubiera tenido tiempo de llevar a cabo de haberse quedado trabajando como abogado en lugar de estar en casa.
En los últimos diez años, el número de hombres casados que han dejado su trabajo para dedicarse al cuidado de los hijos, ha crecido más del doble y hoy son más de 176,000 de acuerdo con el último censo, y si se incluye a los hombres que trabajan por su cuenta o tienen un trabajo de medio tiempo y que se dedican al cuidado de los hijos menores de 15 años, mientras su esposa trabaja fuera de casa, el número se eleva a 626 mil.
En los países desarrollados, el hecho de que un padre de familia decida quedarse en casa a cuidar a los hijos y hacerse cargo de las labores domésticas, no es visto como un fracaso en sus responsabilidades clásicas como hombre, sino como un nuevo estilo de vida al que le da sentido una nueva era en la que las mujeres están conquistando muchos de los niveles jerárquicos de las empresas. Por ello, a diferencia de los países latinoamericanos, no son considerados mantenidos o "mandilones", prejuicio que prevalece en México y a pesar del cual, el número de "amos de casa" ha crecido un 21.5% siendo hoy casi 500 mil y uno de cada diez hombres, estaría dispuesto a dejar de trabajar si a sus parejas les fuera mejor económicamente, aunque no aclaran si también estarían dispuestos a hacerse cargo del cuidado de los hijos y del hogar.
Por otra parte, hay quienes opinan que si el hombre se dedica completamente al hogar sin la menor intención de buscar empleo, está cometiendo un error y está llevando su matrimonio a una situación de riesgo de ruptura. Además, el cuidado de los hijos no es fácil, se requiere trabajo físico y mental y cuando se está con los niños todo el día y después de algunas semanas, ello puede producir el deseo de mejor volver al trabajo de la oficina.
Otro de los aspectos a considerar por el hombre que se quiere quedar en casa es que puede uno sentirse aislado de los familiares y los amigos que tienen trabajos "ordinarios" y también se puede llegar a extrañar la compañía y la conversación con adultos. Por si ello fuera poco, se debe tomar en cuenta que en el trabajo al cuidado de los hijos y del hogar, no existe horario, es un trabajo de verdadero tiempo completo, aun cuando la pareja ayude cuando está en casa, siempre habrá muchas cosas por hacer. Tampoco hay descanso cuando se está enfermo, aun en esas circunstancias se tienen que cuidar de los hijos, alimentarlos, vestirlos, ayudarles con sus tareas y jugar con ellos aunque uno se sienta muy mal de salud.
Algunas de las ventajas de ser padre que se queda en casa es que ello nos da la maravillosa oportunidad de ver a los hijos dar sus primeros pasos, escuchar por primera vez sus palabras, llevarlos el primer día a clases y ser testigos día a día de como va emergiendo y formándose el carácter de cada uno de ellos. Además, jugar con ellos, enseñarles y mostrarles cosas y ver su cara de sorpresa y sus reacciones ante la novedad y es inmensamente gratificante y una gran recompensa verlos aprender, decir o hacer algo que no podían antes. Otra ventaja es que los educamos y guiamos de la mejor manera, de acuerdo a nuestra manera de pensar, que si los educaran y guiaran en una guardería o con una niñera. Algunos estudios indican que este cambio de roles favorece la vida sexual de los matrimonios.
Independientemente de que el motivo principal del padre de quedarse en casa al cuidado de los hijos y el hogar sea por desempleo, por cuestiones económicas o por una decisión bien meditada y pensada, tomada de común acuerdo por la pareja, es necesario saber lo que se necesita para tener éxito como "amo de casa". Aquí están cuatro valiosas recomendaciones:
Consistencia.- Ser consistentes en nuestro comportamiento hacia los hijos, en la forma en que aplicamos disciplina y en la forma en que hacemos las cosas en el día con día, si los hijos no saben qué esperar de su padre en casa, se confundirán volviéndose irritables y frustrados. También se requiere ser sumamente amoroso y paciente, de lo contrario, habrá problemas.
Salir de casa.- Pasear con los hijos, hacer actividad fuera de casa, de lo contrario, uno se vuelve loco. A los niños les gusta salir de casa, que los lleven a parques, lugares de juegos, bibliotecas, museos, albercas, a hacer ejercicio y a zoológicos, por ejemplo.
Socializar.- Tanto como salir de casa, es bueno socializar con los demás, a los niños les encanta jugar con otros niños y ello les ayuda para su formación respecto a la interacción con otros, a compartir, a hacer amigos. También es bueno para el padre, que además del cuidado de los hijos y el hogar, se relacione con otros adultos que tengan las mismas experiencias y problemas.
Disfrutar.- Es importante que este trabajo nos guste si nos vamos a dedicar a ello, que apreciemos el tiempo que le dedicamos a los hijos y al hogar. Los hijos crecen tan rápido que no debemos desperdiciar ese tiempo para no lamentarnos el no haberlo disfrutado al máximo.
Lance Somerfeld, de 39 años, padre en casa, fundador de "NY Dads Group" de 600 miembros (han surgido grupos similares en Portland, Chicago y Washington) dice que hace 10 años era de los pocos padres en casa y que hoy forma parte de "los nuevos normales".
Jgonzalez2001@hotmail.com