El oficial que derrocó al presidente democráticamente elegido de Mali y disolvió la constitución nacional dio ayer domingo un giro de 180 grados al declarar, en medio de intensas presiones internacionales, que restablecía la constitución de 1992 y planeaba convocar a elecciones.
El capitán Amadou Haya Sanogo agregó que formará una convención nacional para organizar elecciones libres y justas. Pero no aclaró la fecha de las elecciones ni si se mantendrá en el poder durante el periodo de transición.
Cuando se aproximaba al podio para hablar con la prensa, sus guardaespaldas gritaron “¡Llega el presidente!” El anuncio de Sanogo tiene lugar en momentos en que rebeldes tuareg penetraron en la antigua ciudad de Timbuctú, una medida que profundiza la crisis en la nación del Africa occidental.
Los tuaregs aprovecharon el caos que rodeó el golpe de la semana pasada en la capital para apoderarse el viernes de la ciudad de Kidal, a 1, 300 kilómetros de Bamako. Capturaron la mayor ciudad del norte, Gao, a 1, 200 kilómetros el sábado. Las dos ciudades nunca habían caído antes en rebeliones anteriores.
Un residente de Timbuctú dijo que los rebeldes entraron en la ciudad después de un intenso tiroteo y que recorrían casa por casa pidiendo calma a la población.
Mali, que fue en el pasado una democracia modelo, se precipitó en crisis el 21 de marzo cuando estalló un motín en el campamento militar de Kati a 10 kilómetros del palacio presidencial.
Sanogo fue uno de los pocos oficiales que no huyeron del campamento cuando empezó el motín de los soldados rasos, y rápidamente se constituyó en el líder.
Los amotinados irrumpieron en el arsenal y se apoderaron de armas para marchar después hacia la sede de gobierno.
