Coordinando el deseo

Cada pareja requiere de un ajuste periódico de su reloj sexual, pues en ocasiones cuando uno se muere de ganas, el otro no está en el mismo canal. Razones para ello existen por montones... pero lo importante no es tanto el qué, sino el cómo aprender a coordinar el deseo.

Muchas parejas reniegan en silencio por la falta de coordinación sexual, que puede deberse a cuestiones circunstanciales o personales.

Por ejemplo si las ganas le llegan a él o ella al despertar por la mañana, pero hay que llevar a los niños al colegio, es probable que ese encuentro se deje para otro momento y que la frustración ensombrezca el rostro de quien quería disfrutar.

Otros amantes tienen invertido el reloj del erotismo, pues uno quiere hacerlo a las 2:00 de la madrugada mientras que el otro espera dormir a pierna suelta y como se tiene que levantar temprano se enoja si lo despiertan. Así, el disgusto y la decepción se hacen presentes con frecuencia para ambos.

La falta de coincidencia en cuanto a la disposición para amarse puede llegar a convertirse en un problema que dañe seriamente una relación. Pero ¿es posible ‘programarse’ para el deseo? Sí. A veces arrancar de cero es muy difícil, por lo que es importante adelantarse a los requerimientos lúbricos de su cónyuge y tener el piloto encendido para responder inmediatamente. Motivarse a fin de estar listo será entonces el primer objetivo a lograr cuando su compañero le diga: “Cosita rica, quiero todo contigo”. A continuación daremos algunos consejos para una rápido respuesta del motor sexual.

NO IMPROVISEN

En la actualidad es muy común que los horarios de trabajo o actividades de las parejas sean incompatibles, por ello hay que recurrir a la planeación de los encuentros de tal manera que se llegue a los mismos sin cansancio físico o mental.

Muchos amantes trabajan con turnos encontrados, cuando uno llega el otro sale a trabajar; la solución está en disponerse a estar frescos, limpios y previamente relajados, así como muy cachondos, durante las horas en que coincidan. De ninguna forma el sexo acordado tiene que ser repetitivo o aburrido.

Cada par de novios o esposos tiene caricias que le provocan excitación. El punto es ponerse de acuerdo sobre lo que se quiere tener en la cama, incluyendo el horario. Si la situación así lo exige, actuar de forma organizada les evitará dificultades de acoplamiento.

AUMENTEN SU ÍMPETU

Le llamamos ímpetu sexual a la fuerza interior que impulsa a buscar el coito. Esta dinámica interna puede verse alterada por el cansancio de la vida diaria, el estrés del trabajo, la inseguridad, factores económicos adversos, etcétera. O verse disminuida cuando existen disgustos, desacuerdos o malentendidos entre los amantes.

La búsqueda del placer involucra corazón, sentimientos y atracción física al sentir libertad para expresar lo que se quiere. Si alguno percibe que su compañero le impide externar sus pensamientos y emociones, reaccionará con un nivel de gozo bajo, sintiéndose frustrado e incómodo.

La manera de desatorar estas emociones contradictorias es mediante una comunicación franca donde se diga sinceramente lo que se anhela, y se respete lo que el otro externe. Si la pareja no tiene ese margen de comunicación, el ímpetu sexual estará en seria dificultad. A veces es tan simple como pedir una disculpa o dejar que la otra parte diga sin represiones lo que quiere. Ambos requieren saberse necesarios y respetados en su individualidad.

Por otro lado, la energía erótica proviene de las hormonas sexuales y para estar siempre dispuesto al intercambio carnal se precisan niveles óptimos de las mismas. Pida a su médico que le realice un examen. Si éste mostrara deficiencia puede recurrir a la terapia de estimulación o sustitución hormonal, según sea el caso.

Asimismo, el estrés y el desgaste de la rutina diaria provocan oxidación celular, misma que resta ímpetu. Tome un suplemento vitamínico diariamente, pida a su médico le indique el mejor para usted.

CONSIDERE LOS CUATRO PASOS DEL ORGASMO

Aunque novios y esposos tienen su propio sistema de señales que dan pie a la excitación, es importante conservar en todo encuentro la dinámica de los cuatro pasos del orgasmo, tanto en la mujer como en el hombre.

La mujer es sensible, tierna, cuidadosa, requiere de mayor tiempo y dedicación para disfrutar. El hombre pretende ser frío, distante, duro. La verdad es que anhela lo mismo que la mujer, pero no quiere admitirlo. Así, los cuatro pasos son válidos para ambos. Y poniéndolos en juego, no les faltarán motivos para poner en marcha el chip del deseo.

1. Siéntase deseado

En una relación ambos ansían la certeza de ser atractivos para su compañero. Tanto el varón como la fémina tienden a preguntarse con frecuencia si son todavía apetecibles. Quien busca incentivar su propio apetito o el de su pareja debe demostrar la atracción que siente por ella a través de palabras, miradas, caricias, besos y demás actitudes que detallen esa preferencia. La reacción inmediata del que se sabe deseado es producir una cascada de hormonas sexuales, las cuales dan la señal de encendido al cuerpo.

2. Sépase amado

Desde la más temprana infancia hombres y mujeres por igual experimentaron el amor como una señal de aceptación o el desamor como una muestra de rechazo, por parte de su madre. Esa primera caricia de aprobación o desprecio se refrenda en cada acto sexual. La mujer que se sabe amada se entrega sin reserva porque se siente aceptada. El hombre que se siente querido obtiene la seguridad en sí mismo. Se dice que la mujer lleva muchos prejuicios en la expresión de su sexualidad, pero él también sufre en silencio cuando se cuestiona si el amor que le profesan sigue siendo el del comienzo, si lo ha conservado o acrecentado. Si estos diálogos internos dan una respuesta positiva el acto les llevará a la plenitud orgásmica.

3. Relájese

Llegar a la relación íntima con tensión muscular o nerviosa limitará la libre expresión de lo que se sienta y favorecerá que uno o ambos recurran a estar pensando en lugar de disfrutar sus sensaciones. Se recomienda la práctica frecuente de una actividad relajante como caminar, hacer yoga o meditar, para facilitar el proceso de alcanzar la sensación de descanso físico y mental.

4. Dispóngase a gozar

A fuerza de compartir su vida (a veces por años), la pareja puede caer en la falsa idea de que la relación ya no tiene nada que aportarle y rendirse ante ese prejuicio. Cada día es una oportunidad única y diferente; igualmente cada persona tiene distintas maneras de reaccionar ante las caricias de su otra mitad. La manera de abordar el coito y de experimentar sensaciones cambia. Quien está dispuesto a descubrirse llega a la cama en una actitud favorable al placer. Alistarse para gozar es requisito indispensable de quien no quiere conformarse con lo convencional, lo rutinario.

MANTENGA UNA EXPECTATIVA POSITIVA

Las personas positivas ven la posibilidad de acostarse con quien aman como un juego que les brinda múltiples alternativas.

Sincronizarse sexualmente es una cuestión vital para la felicidad y la convivencia en la pareja. Se requiere conjuntar una buena comunicación de lo que se quiere experimentar y paciencia para allanar los prejuicios. Es importante expresarse sin imponer, a fin de mantener ardiendo el piloto del erotismo.

Cabe decir que para dar buenas respuestas coitales se necesitan como mínimo tres encuentros sexuales a la semana. Esta frecuencia les mantendrá alertas y conscientes de las preferencias del compañero, de en qué momento se activan sus ganas.

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