El presidente Barack Obama, procurando aclarar sus declaraciones sobre la firmeza de la economía nacional, afirmó ayer que está "absolutamente claro" que ésta "no anda bien". Obama habló horas después de haber dicho en una conferencia de prensa en la Casa Blanca que "el sector privado anda bien". Los republicanos pusieron el grito en el cielo diciendo que el comentario demostraba que Obama no comprendía las tribulaciones económicas de la nación.
El presidente dijo posteriormente que comprende que "se necesita afianzar la economía". Agregó que si bien ha habido algunos "impulsos positivos" en el sector privado, el Congreso debe actuar para ayudar a crear empleos en el sector público.
Dijo que no hay motivos para los que el Congreso no promueva sus propuestas para el sector público "aparte de la política".
CRÍTICAS SEVERAS
La declaración hecha por Obama, de que el sector privado se encuentra en buena situación, provocó la crítica inmediata de los republicanos, que lo acusaron de no darse cuenta de las penurias económicas de la nación.
El candidato presidencial republicano se preguntó retóricamente si Obama no está desconectado de la realidad.
Obama dijo que las empresas han creado 4,3 millones de empleos en los últimos 27 meses y que el problema primario con el empleo es que los gobiernos estatales y locales se han visto obligados a suprimir empleos en el sector privado. Instó a los republicanos en el Congreso a contribuir a que vuelvan a contratar trabajadores.
Romney, que estaba en campaña en Council Bluffs, Iowa, dijo que la declaración del presidente "define lo que significa estar distanciado y fuera de contacto con el pueblo estadounidense".
Escombrosdel tsunami
Más de un año después del maremoto que devastó Japón, mató a miles de personas y arrastró millones de toneladas de desechos en el océano Pacífico, el Gobierno de EU y varios estados de la costa oeste todavía no tienen un plan coherente para limpiar los escombros que flotan hacia las costas estadounidenses. Tampoco hay una idea clara sobre lo que se puede esperar.
El Gobierno japonés calcula un millón y medio de toneladas de escombros están flotando desde el escenario de la catástrofe.