Confundir a Félix Beltrán León con Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo del conocido narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera, evidencia las limitaciones y ligerezas con las que actúa la Marina Nacional en el combate al narcotráfico y la delincuencia organizada y coloca, nuevamente, en la picota la estrategia del Gobierno Federal.
Muestra meridianamente que dicho cuerpo actúa en función de la información que le proporciona la DEA (Drug Enforcement Agency) norteamericana, sin siquiera verificarla, lo cual ya los ha conducido en dos ocasiones a operativos erróneos. De acuerdo con información divulgada en el portal de la revista Proceso, fuentes de la DEA indicaron que "sus informantes en México les filtraron la información del sitio donde se encontraba y acostumbraba moverse el hijo del líder del cártel de Sinaloa en el municipio de Zapopan, y que así se lo hicieron saber a las autoridades mexicanas".
Con base en dicha información la Marina irrumpió el jueves 21 de julio, a las 4:30 de la madrugada, en la casa de Beltrán León, ubicada en Fedor Dostoievsky 4731, en la Colonia Jardín Patria, sin orden de cateo ni de aprehensión (según señala el abogado de Beltrán, Heriberto Rangel Méndez) para detener, en el mismo, a Beltrán y a su medio hermano Kevin Daniel Beltrán Ríos.
Aunque la Procuraduría General de la República ya reconoció que el detenido no es el hijo del Chapo, la Marina lo consignó acusado de 3 delitos: asociación con la delincuencia organizada, posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Y, durante su detención presuntamente encontraron armas largas, granadas, vehículos, 135 mil dólares y 295 mil pesos mexicanos en efectivo.
La esposa del inculpado, Karla Pacheco Yépez, ya señaló que las armas se las sembraron y que el dinero efectivamente sí lo tenían en su casa y que es de su mamá y de procedencia lícita, pues es el anticipo por la venta de una casa. Si los marinos efectivamente irrumpieron en la casa sin orden judicial, lo peor que le podría pasar a la familia Beltrán-Pacheco es perder el dinero que tenían en su casa, pues tal como sucedió en el caso de Jorge Hank Rohn, los artículos decomisados no serán suficiente prueba para inculparlos, pues pueden alegar que se las sembraron, como ya dijo la esposa. Así que el caso es muy frágil.
Este no es el primer error en que incurre la Marina por actuar en función de la información que le proporciona la DEA, el 9 de junio de 2010, cateó una casa en la colonia Roma, donde supuestamente había explosivos y tras anunciar espectacularmente el decomiso, resultó que el material incautado eran sustancias para elaborar cosméticos y velas.
Pero la acción también demuestra el pésimo trabajo de inteligencia en el que respaldan sus acciones, sea de ellos -Marina- o de la DEA, pues al presentarlos ante los medios de comunicación, el vocero de la institución, José Luis Vergara, presumió que era el resultado de "seis meses de trabajo de inteligencia". Habrá que preguntarse si simplemente se equivocaron en la ubicación del hijo del Chapo o definitivamente se pasaron 6 meses investigando a un sujeto equivocado.
Finalmente, la prisa por dar a conocer la supuesta detención y la inmediatez con la que la candidata panista a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, quiso apropiarse del hecho es una prueba más del uso electorero que se hace de la justicia mexicana, lo que ha sido una constante durante el actual gobierno federal.
Apenas anunciaba la Marina la captura del supuesto hijo del "Chapo" Guzmán, cuando Vázquez Mota ya decía en Baja California: "Yo les digo que yo sí estoy orgullosa de la Marina y las fuerzas armadas, no como el otro candidato que trae extranjeros para cuidar de los mexicanos. No, yo sí creo en nuestro soldados, yo sí creo en nuestros marinos…". Y ya apropiada de la acción de la Marina, afirmaba que ella no descansaría hasta "que el Chapo Guzmán vuelva a estar bajo (sic) las rejas y enfrente la Ley como merece".
Llama la atención que el presidente Felipe Calderón, tan presto a involucrarse -aunque sea a través de twitter- en la difusión de estas noticias, en esta ocasión se mantuvo totalmente al margen y no ha dicho una sola palabra ni sobre la detención ni sobre la equivocación.
Y, aunque la abanderada panista tiene la excusa de que ella simplemente dio por buena la información que oficialmente proporcionaba la Marina, lo cierto es que el error no únicamente no le permitirá festinar un éxito y a través del mismo pretender obtener un rendimiento electoral para su causa, sino que tendrá un costo, pues nuevamente muestra la desesperación de los blanquiazules por su descenso en las preferencias electorales en la contienda presidencial.
Sin embargo, el mayor costo será sin duda sobre la estrategia de combate a la delincuencia organizada del actual gobierno federal, pues es uno más de los graves errores que cometen las instituciones responsables de implementarla. El Ejército y la Policía Federal también han cometido errores importantes y trascendentes, como pudo constatarse con la resolución que emitió hace algunas semanas el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en relación al caso de Florence Cassez y el montaje para los medios que hizo Genaro García Luna. No es un buen final para el gobierno de Felipe Calderón.