En México existen alrededor de 125 mil personas con alguna discapacidad auditiva y algunas recurren al lenguaje de señas como forma de comunicación.
Jorge Ramírez y Manuel Quero, alumnos del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, desarrollan un diccionario para las personas que las personas con discapacidad auditiva aprendan el lenguaje de señas, en español. El ‘Diccionario de lengua de señas’ está concursando en el Dell Challenge de la Universidad de Texas en Austin.
En México existen alrededor de 125 mil personas con alguna discapacidad auditiva y algunas recurren al lenguaje de señas como forma de comunicación, lenguaje que para aprenderse se facilita a través de diccionarios, solo que éstos suelen estar en otros idiomas, principalmente en el idioma inglés.
“No es fácil aprender Español de manera natural; es un idioma surgido del habla; así que es todavía más difícil de aprender si no se le ha escuchado, por eso muchos sordos no saben leer ni escribir. Es por ello que muchas personas recurren a diccionarios para aprender el lenguaje de señas, solo que por lo general están en otro idioma, y esto no resulta muy útil”, señala Manuel Quero, quien cursa el cuarto semestre de la carrera de Ingeniero en Tecnologías Computacionales (ITC) y trabajó en la creación de este Diccionario.
El diccionario diseñado por los estudiantes del Tecnológico de Monterrey funciona con base en las posiciones que son recurrentes en el lenguaje de señas mexicano. Se utilizan alrededor de 26 para hacer configuraciones, y a partir de ellas se derivan las demás señas que conforman la lengua.
“Al recordar la seña que viste, tú como sordo das clic en la configuración que te interesa y te salen todas las señas, no necesitas saber con qué letra empieza, y esto no siempre tiene que ver con la forma de la mano”, explica Jorge Ramírez, alumno de segundo semestre de la carrera de Ingeniero en Sistemas Digitales y Robótica (ISD).
La inquietud por realizar el proyecto por parte de Manuel surgió de su amistad con una persona sorda; se trata de uno de sus mejores amigos y es estudiante del Tecnológico de Monterrey; para lo cual actualmente se apoya en un intérprete para tomar sus clases.
“Él me fue enseñando la lengua de señas; poco a poco me fui internando más y aprendí qué significa y qué se necesita”, comenta Manuel.
Para sus creadores, el diccionario ayuda a solucionar una necesidad a nivel de lenguaje; la interfase es una aplicación electrónica a través de Internet. Los estudiantes aún se encuentran en una fase piloto del diccionario y necesitan mejorar algunos detalles como la calidad de los videos, para que sean comprensibles.
La materia en la cual los alumnos comenzaron a desarrollar el proyecto es la de “Interacción Humana con Computadora” que imparte el Dr. Benjamín Hernández, donde uno de los principales temas que se abordan giran en torno a conocer las necesidades del usuario.
La organización del diccionario empieza con las señas que se hacen en la cabeza y de ahí al estómago; de la misma manera del centro hacia afuera El proyecto se dividió en varias etapas, la primera consiste en localizar las necesidades del usuario y, una vez identificadas, empieza la parte de diseño gráfico, es decir, la distribución de los elementos visuales, los textos y el contenido. Lo que sigue es la implementación, donde se diseña la interfase gráfica y el diseño de interacción. La tercera etapa es la de construcción, porque es la más pesada; se planea tener una etapa de pruebas.
“Posteriormente se llega a una etapa de rediseño a partir de la retroalimentación. En este proyecto los alumnos ya empezaron con la segunda vuelta de ciclo; en clase sólo se puede hacer una vuelta pero ellos ya están rediseñando”, puntualizó el profesor .