En México no hay disposiciones claras para erradicar la violencia en los contenidos que se trasmiten o reproducen en los medios de comunicación electrónicos e impresos.
Tampoco existen sanciones para los medios que incluyan en sus contenidos escenas violentas o estereotipadas, ni lineamientos que obliguen a la promoción de los derechos humanos de mujeres y niñas.
Solamente en la pasada legislatura federal se aprobaron 2 iniciativas: la reforma a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para que los medios de comunicación elaboren directrices adecuadas de difusión con respecto a la atención, prevención y erradicación de la violencia en todas sus formas.
Así como la Ley para Prevenir la trata de Personas, para prohibir la publicación ilícita o engañosa, y sancionar a la persona física que contrate de forma directa o indirecta espacios para ese tipo de publicidad, cuyo objetivo sirva para atraer a la victima de trata de personas.
Los medios de comunicación juegan un doble papel en la relación con la violencia hacia las mujeres, por un lado son un espejo que refleja la violencia estructural que padecen, y por el otro contribuyen a perpetuar la misma, a partir de la promoción de estereotipos de género y contenidos, discriminatorios y degradantes para las mujeres.
Por ello tienen una enorme responsabilidad para frenar la violencia que afecta a millones de mujeres y niñas diariamente. Existen estudios que establecen un alto índice de violencia televisiva que al que una persona está expuesta, es un factor importante para que se desarrollen conductas violentas.
Es necesario observar con mirada crítica los programas de televisión, radio, noticieros, periódicos etc. Para percatarnos de que es urgente incorporar la no discriminación, la igualdad y erradicar la violencia en los contenidos de los medios de comunicación.
El primer paso como institución pública es con los diversos programas y capacitaciones para servidoras y servidores públicos de dependencias gubernamentales en el área de comunicación, reporteros, comunicólogos, fotógrafos, etc.
Así como la certificación de publicidad con equidad y no discriminación con la que cuenta el Instituto de la Mujer Duranguense, y varias de pendencias estatales, otorgada por la Asociación Mexicana de Agencias de Publicidad (AMAP) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a través del convenio de colaboración con el Gobierno del Estado.
Así nuestra labor es contribuir a la disminución de la violencia de género en el estado, y promover la capacitación y sensibilización y la importancia del uso de la información para contribuir en la erradicación de la violencia de género.