El crimen organizado que afecta a América Latina golpea con particular fuerza a las mujeres, que son víctimas de la trata de personas y en creciente cantidad están siendo utilizadas por las redes de narcotraficantes como "mulas", es decir, para traficar pequeñas cantidades de estupefacientes.
Durante la ultima década en México se ha incrementado el numero de mujeres que participan en el crimen organizado, ya sea como narcomenudistas transportación de estupefacientes e incluso en algunos casos llegan ser reclutadas como sicarias.
La participación de las mujeres es aún más alarmante porque no están en las altas esferas de las organizaciones delictivas, sino en los niveles bajos. Estamos viendo la feminización del narcomenudeo.
En cifras del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) las mujeres han pasado de ser acompañantes a sujetos activos dentro de las organizaciones criminales. El incremento se cifra en un 40% dentro de las actividades delictivas.
Anteriormente en México el porcentaje de mujeres que purgaban penas era de 2 a 4% y ese porcentaje se ha incrementado significativamente.
Tradicionalmente, el papel de la mujer dentro del narcotráfico ha sido como novias de los capos, las "buchonas" sinaloenses o las "mulas" para el acarreo de droga, pero sin desempeñar ninguna función de importancia en la estructura de las organizaciones criminales.
La mayoría de las mujeres tiene que recurrir a estas actividades delictivas por la falta deapoyo y de ingresos, porque la mayoría de los programas son focalizados; es decir, le dana un pobre y a otro no, por lo tanto no son universales.
Este género es utilizado por su discreción, por su inteligencia, algunas por su preparación y también por la belleza que poseen. Su participación en las actividades de las redes del crimen, también es de complicidad, porque muchas de ellas son quienes atienden a los secuestrados en la casa de seguridad",
Por ello es necesario hacer un registro nacional de análisis del delito, para tener estudios sobre cómo se comporta la delincuencia, dónde está incrustando, quiénes son los que delinquen y quiénes son los que sufren más.
Cabe destacar que en Durango, se encuentran 32 mujeres, recluidas en el Centro de Readaptación Social (CERESO)No. 1 por delitos del fuero federal.
Nuestro trabajo para reducir este tipo de problemática en las mujeres, es informarlas sobre las consecuencias y apoyarlas en proyectos productivos, empoderarlas y así generar mujeres seguras y con una visión de futuro prometedor.
