De acuerdo a laOrganización Mundial de la Salud, el concepto de salud reproductiva se define como "el estado de completo bienestar físico, mental y social en todos aquellos aspectos relativos a la reproducción".
El enfoque de la salud reproductiva imprime un alto valor al derecho de hombres y mujeres a regular su fecundidad en forma segura y efectiva, a tener un embarazo y parto sin riesgos para la salud, a tener y criar hijos saludables, a comprender y disfrutar su propia sexualidad, a permanecer libres de enfermedades, incapacidad o muerte asociadas con el ejercicio de la sexualidad y la reproducción.
Sin embargo, el aumento de embarazos en adolescentes y el gran porcentaje de enfermedades de transmisión sexual que registran hoy en día, hacen deseable el logro de cambios en la conducta sexual, sobre todo de los adolescentes.
Una de las tantas maneras de abordarlo, es la promoción de la abstinencia sexual, es decir, el retraso de la edad de la iniciación sexual, como la discontinuación de la actividad cuando ésta ha sido iniciada.
Algunos programas de abstinencia sugieren que los adolescentes no son capaces de comprender la totalidad de las implicaciones de su actividad sexual y no son suficientemente maduros para manejar las consecuencias de ésta. Por lo anterior, es importante saber decir NO frente a las "presiones sexuales" a las que se ven sometidos algunos adolescentes.
Estudios previos, en que se han evaluado las diferencias de género en la sexualidad adolescente, han demostrado que las mujeres tienen mayor tendencia a la abstinencia sexual que los hombres. La causa de esto se atribuyó a que ellas percibirían tener mayor control que los hombres sobre sus impulsos sexuales.
Sin embargo, la evaluación de diferentes programas de educación sexual para adolescentes, ha permitido determinar ciertas características de éstos que hacen que logren promover la abstinencia sexual entre los adolescentes, como: que estén fundados en teorías de conductas saludables, por ejemplo, promover la actividad física y evitar el tabaco y el alcohol.
Los programas de educación sexual de esta índole serían una opción valida para enfrentar el problema del embarazo adolescente y las enfermedades de transmisión sexual.
La palabra «abstinencia» a veces tiene connotaciones negativas, en parte porque muchos de los que propugnan la abstinencia antes del matrimonio también se oponen a hablar de la anticoncepción, del uso del condón o de otras actividades aparte del acto sexual.
Sin embargo, la abstinencia puede ser un concepto importante y que empodera si se incluye dentro del contexto de varias opciones para proteger la salud reproductiva en una relación íntima.
Se busca hacer conciencia en los jóvenes sobre los riesgos de las enfermedades de transmisión sexual y embarazos no planeados.
Por ello es necesario trabajar unidos padres de familia y Gobierno del Estado para trabajar en la formación de los jóvenes, ya que la información que se proporciona en las instituciones educativas, o de salud en ocasiones no es suficiente, informémoslos y concienticémoslos.
