Annan y Lavrov sostuvieron una charla en la que mostraron su confianza en la capacidad de la comunidad internacional de encontrar una solución precisa al conflicto en Siria. EFE
El enviado especial de las Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, así como el canciller ruso Serguei Lavrov coincidieron en que todavía es posible alcanzar un compromiso internacional sobre Siria.
“Confiamos en que los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas seguirán los debates hasta hallar una fórmula aceptable para todos y a partir de la cual podríamos construir nuestra futura labor”, dijo Annan en rueda de prensa al término de su reunión con Lavrov.
El enviado especial de las Naciones Unidas y la Liga Árabe, quien llegó la víspera a Moscú, confió en que el Consejo de Seguridad emita un mensaje claro de que los asesinatos deben terminar y de que la situación en Siria es intolerable.
Por su parte, Lavrov reiteró que Rusia apoya los esfuerzos de Annan en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto sirio, según la agencia rusa de noticias Itar-Tass.
Recordó que pese a todas las dificultades, el Grupo de Acción para Siria fue capaz de hallar una fórmula de compromiso en el encuentro celebrado en Ginebra por iniciativa de Annan, el pasado 30 de junio.
“Alcanzamos un difícil consenso en (la conferencia de paz de) Ginebra y no veo razones que nos impidan llegar a un acuerdo sobre los mismos principios en el Consejo de Seguridad. Estamos preparados para ello”, declaró el jefe de la diplomacia rusa.
El Consejo de Seguridad debatirá el próximo viernes entre la opción occidental de amenazar con sanciones al régimen sirio si no cumple con el plan de paz de Annan o prorrogar sin condiciones el mandato de la misión de observadores de la ONU en Siria, como propone Rusia.
Rusia presentó un borrador para extender por tres meses más la Misión de Observación de las Naciones Unidas en Siria (UNSMIS), cuyo mandato expirará la noche del 20 al 21 de julio.
Estados Unidos y sus aliados se muestran reacios a prolongar el trabajo de los 300 observadores a menos que la resolución, tal y como propone Reino Unido, amenace a Damasco con sanciones e incluso con una intervención extranjera conforme al Capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas.
Rusia impugna las sanciones diciendo que sólo afectarían al actual régimen, dado que la oposición está representada por grupos sueltos, muchos de los cuales no obedecen a nadie.