Los marinos que abatieron a Heriberto Lazcano en Progreso, Coahuila, pensaron que era un delincuente local pues no tenían ninguna señal de que el líder de Los Zetas se encontrara en ese municipio, reveló ayer el vocero de la Secretaría de Marina.
"Creíamos que era un sicario del pueblo, no teníamos información, ni la procuraduría local", admitió ayer el vicealmirante José Luis Vergara al narrar el enfrentamiento en el que murió "El Lazca".
En una entrevista de radio, Vergara confirmó que los marinos atendieron una denuncia sobre la presencia de hombres armados en un juego de beisbol el domingo por la tarde y que fueron objeto de una agresión.
Dijo se pidió apoyo de la Procuraduría de Coahuila para levantar los cuerpos de dos agresores muertos y que los dejaron en una funeraria de Sabinas pues "no había mayores indicios de que se tratara de una persona de alto nivel".
Vergara deslindó a la Marina de la responsabilidad de cuidar el cuerpo de Lazcano, que fue robado de la funeraria la madrugada del lunes.
"Nosotros seguimos nuestros procedimientos, se trataba de dos delincuentes más, y creo que la autoridad local es la responsable", dijo.
El procurador de Coahuila, Homero Ramos Gloria, respondió que su dependencia no estaba obligada a resguardar el cuerpo pues desconocían de quién se trataba".
Según Vergara, fue hasta la tarde del lunes 8 cuando la Marina tuvo el primer indicio de que uno de los cuerpos correspondía a Lazcano, con base en fotografías y huellas dactilares que se le tomaron.
"Se nos prende el foco rojo y comenzamos a buscar", dijo. Pero cuando intentaron recuperar el cuerpo, éste había sido robado por un grupo armado y hasta ayer no había sido localizado.
