La crisis financiera no comenzó en Europa, declaró el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, en relación a las acusaciones de Washington en el sentido de que el Viejo Continente no hace lo necesario para superar la recesión.
En rueda de prensa con su par italiano, Giulio Terzi, con quien previamente se reunió en Roma, Fabius recordó que Lehman Brothers, cuya quiebra en 2008 marcó el inicio de la crisis, “no era un banco ni italiano, ni francés” (sino estadounidense).
La víspera, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney declaró que “los mercados se mantienen escépticos respecto a que las medidas tomadas hasta ahora sean suficientes para garantizar la recuperación de Europa y alejar el peligro de un empeoramiento de la crisis”.
En la rueda de prensa de este martes, Terzi aseguró que Roma y París mantienen “total sintonía” sobre la necesidad de que el Viejo Continente adopte una “acción urgente, coordinada e incisiva” para impulsar el crecimiento de la economía.
“El saneamiento de las finanzas debe ir al lado del crecimiento”, afirmó.
Dijo que “en estos momentos existe una negociación no sólo sobre el crecimiento, sino también sobre la solidez del sistema financiero”.
Por su parte, Fabius, que llegó a Roma en un vuelo “low cost” y se reunió con el presidente y el primer ministro italianos, Giorgio Napolitano y Mario Monti, respectivamente, dijo que Francia apoya el proyecto de unión bancaria europea.
Sobre la situación de los bancos españoles afirmó que “se requiere encontrar un método práctico para encontrar los fondos necesarios que permitan el funcionamiento del sistema bancario sin que el déficit presupuestal español se ve agravado”.