La empresa de energía responsable de la planta nuclear devastada por un maremoto admitió este viernes por primera vez que podría haber evitado la crisis.
Tokyo Electric Power Co. reconoció en una declaración que sabía que se necesitaba mejorar la seguridad antes del maremoto y la ola gigante que causó tres fusiones del combustible nuclear. Sin embargo, dijo que temía las consecuencias políticas, económicas y legales de implementar dichas medidas.
"Mirando retrospectivamente el accidente, el problema fue que no se hicieron los preparativos por adelantado", dijo en la declaración la fuerza de tareas interna de TEPCO, dirigida por el presidente de la compañía Naomi Hirose. "¿Podrían haberse tomado las medidas necesarias con evaluaciones previas al tsunami? Era posible actuar" adoptando medidas de seguridad más extensas, agregó.
La fuerza de tareas agregó que TEPCO temía que los esfuerzos para proteger mejor las instalaciones nucleares de accidentes graves pudieran desencadenar sentimientos antinucleares, interferir con las operaciones o aumentar los riesgos de litigios.
La admisión constituye un giro de 180 grados para la empresa, que hasta ahora había justificado sus preparativos desde el accidente de marzo del 2011. El desastre en la planta nuclear Dai-ichi, de Fukushima, obligó a evacuaciones masivas y requerirá décadas de descontaminación.
La declaración fue emitida después de la primera reunión del comité interno de reforma de TEPCO, dirigida por un ex director de regulación nuclear estadounidense, Dale Klein. Su comité de cinco miembros supervisa los planes de reforma, que se proponen aprovechar las lecciones aprendidas en otra planta de TEPCO, Kashiwazaki-Kariwa, en el norte del Japón. La empresa desea reactivar esa planta, pero los directivos de TEPCO desmintieron que los planes de reforma se propongan mejorar la imagen pública para ganar apoyo para la reactivación de dicha planta.
Informes recopilados por el gobierno y paneles parlamentarios dijeron que la connivencia entre la compañía y reguladores del gobierno permitieron a TEPCO seguir operando sin implementar medidas de seguridad.
La compañía dijo en junio, en su propia investigación del accidente, que no podía anticiparse el tsunami y que la empresa hizo todo lo posible para controlar las averías, aunque admitió que hubo fallas que necesitan revisión. TEPCO censuró enérgicamente lo que calificó de interferencia excesiva del gobierno y la oficina del primer ministro.