Código de ética. Aseguran senadores que prevalece una cultura de parranda entre agentes del Servicio Secreto.
Los senadores que investigan el escándalo de prostitución del Servicio Secreto dijeron ayer miércoles que las decenas de episodios de conducta inapropiada denunciados indican la existencia de una cultura de parranda y exhortaron al director Mark Sullivan a que deje de insistir en que el incidente en Cartagena fue un error aislado.
La falta de comunicación entre los senadores y Sullivan apareció una y otra vez durante la audiencia de dos horas, aunque el jefe del servicio ofreció disculpas por el incidente que manchó la imagen de la fuerza de elite encargada de proteger al presidente.
Al final, parecía que Sullivan estaba firme en su puesto, si bien, según los senadores, los nuevos detalles que salieron a la luz dejaron pocas dudas de que la cultura de conducta sexual inadecuada está arraigada en el servicio.
"Repetía una y otra vez que realmente cree que fue un incidente aislado y yo no creo que esa conclusión tenga fundamento alguno" , dijo la senadora Susan Collins, la republicana de mayor jerarquía en la comisión de Seguridad Nacional ante la cual Sullivan rindió públicamente cuentas del episodio por primera vez.
"Por el bien del Servicio Secreto", añadió el senador independiente Joe Lieberman, presidente de la comisión, "debe dar por sentado que lo sucedido en Cartagena no fue un incidente aislado, o de lo contrario volverá a suceder" .
Con todo, Sullivan reiteró que en 29 años de carrera en el servicio jamás escuchó que nadie justificara la inconducta, implícitamente o de otra manera. "No creo que sea algo arraigado en la organización", dijo Sullivan.