Cobra vidas. Los pozos de minas ya han cobrado la vida de cientos de mineros en toda la República Mexicana.
El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, lamentó la muerte de los mineros en el municipio de Progreso y pidió al Gobierno del Estado que no se inmiscuya en el proceso de venta de carbón, ya que considera que esta función es la que les impide implementar sanciones a los empresarios.
"El Gobierno del Estado tiene que sacar las manos de la actividad minera para que pueda actuar sin compromisos", aseveró.
Considera que la incursión del Estado en la venta del carbón es dañina, ya que crea "intereses".
"El Gobierno del Estado también tiene que sacar las manos, porque si no jamás va actuar", aseveró.
Asimismo, criticó que se paguen sueldos millonarios a funcionarios de gobierno, al mismo tiempo que se carece de dinero para implementar estrategias de seguridad para equipar a los trabajadores mineros.
Lamentó que los trabajadores reciban un trato "infrahumano", por lo que expresó que la opción más viable es que se clausuren todos los pozos de carbón.
"Lo hemos denunciado muchas veces, el tema no es nuevo, los pocitos deben de ser clausurados si quieren evitar más muertes", dijo.
Además explicó que las salidas de emergencias son inoperables. Y respecto a la extracción del gas, dijo que aun si se implementara, los derrumbes continuarían.
"Lo único que pasará es que se toparán con las bolsas de gas y explotarán, luego se lamentarán porque perdieron ese gas", dijo.
Finalmente, Vera López envió sus condolencias a las familias de los 6 mineros que fallecieron el viernes a quienes deseo una pronta resignación.
