Estragos. Se registran en el estado cien mil vacas muertas y el cien por ciento de los cultivos está afectado en mayor o menor grado.
El gran parte de la región y el resto de Estado, el costo que se ha tenido que pagar ha sido casi medio millón de duranguenses con hambre y sed, más de cien mil vacas muertas y el cien por ciento de los cultivos temporales afectado en mayor o menor grado.
El subsecretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural en la Región Lagunera, Sergio Ignacio Galindo Fierro señaló que este panorama es suficiente para demandar apoyos extraordinarios para atender los estragos ocasionados por la sequía en Durango.
Debido a algunas declaraciones de actores políticos que señala, insistan en llevar el tema de la sequía al terreno de lo electoral, se manifestó para defender la postura del Gobierno estatal al insistir que se trata del problema social y económico más grave de los últimos años, porque son seres humanos los que están en riesgo.
"Cientos de duranguenses han perdido todo, no tienen qué comer, no tienen lo mínimo indispensable, han empezado a enfermar, tenemos temor de que alguien pueda morir si no logramos llevar la ayuda a tiempo", destacó.
Señaló que el Gobierno del Estado asume su responsabilidad ante una situación emergente y por ello, desde octubre de 2011 se empezó a trabajar diseñando estrategias para llevar esta ayuda a la comunidades más afectadas por la falta de lluvias, para lo cual, dijo, se ha contado con el invaluable apoyo de la sociedad duranguense y de otras entidades que han hecho llegar importantes donativos.
El funcionario de La Laguna comentó que no se pretende responsabilizar a nadie, "lo único que pretendemos es sensibilizar a todos los funcionarios públicos de todos los niveles, a todos los mexicanos, de la situación que vivimos en Durango, porque necesitamos ayuda; ni todo el presupuesto del Estado destinado a esta causa sería suficiente para superar la dramática situación de cientos de familias".
Señaló que por eso han invitado en repetidas ocasiones, a que cualquier actor político, funcionario, gobernante o incluso la sociedad en general, acudan a los lugares que están siendo mayormente golpeados por la escasez del vital líquido, para que se den cuenta de manera contundente, de las condiciones en las cuales se está viviendo en el campo.
"Quizá si constatan con sus propios ojos el hambre, la sed, la pobreza, la desesperación y lo insuficiente que puede ser cualquier apoyo emergente que llevemos, podrían dejar de lado las posiciones políticas y apoyar a Durango para superar esta situación".