Mal empezó 2012 para el gobernador de Oaxaca. Una crisis de hipertensión lo llevó al hospital en los primeros días de enero. Gabino Cué estuvo al menos 24 horas en terapia intensiva del hospital de especialidades de Oaxaca, corroboran fuentes consultadas por este reportero.
Dicen algunos de sus cercanos que le entró la 'depre' y que incluso se le salieron las lágrimas frente a cuatro empresarios a los que explicaba que no lo comprendían. Pero en Oaxaca lo atribuyen a que, al cabo de un año y 40 días, no hay evidencia ni claridad respecto al cambio que prometió al ganar el poder postulado por una alianza electoral del PAN y el PRD.
Peor aún: Cué ha tenido que entrarle a un pacto -no queda claro si de no agresión o de colaboración- con el repudidado exgobernador priísta Ulises Ruiz. Al menos eso es lo que sugiere la incorporación a su gabinete de cuadros muy cercanos, o por lo menos ligados, al ulisismo.
Es el caso de su secretario general de Gobierno, Jesús Martínez Álvarez, quien fuera representante de Ruiz en el DF; José Antonio Estefan Garfias, hoy coordinador de Transportes y secretario de Administración del anterior gobierno; Andrés Webster Henestrosa, hoy y antes secretario de Cultura; Miguel Ángel Muñoz Navarro, coordinador de Comunicación Social y funcionario de segundo nivel del ulisismo; Jaime Bolaños Cacho, jefe de gabinete y vocero de Cué, antes responsable de un fideicomiso que manejaba 12 mil millones de pesos, y César Alfaro, comisionado de la Policía Federal y ministerio público en el gobierno de Ruiz. Y Héctor Pablo Ramírez Puga, fiel escudero de Ulises, es un caso aparte: no ostenta cargo en el gobierno de Cué, pero recibe todo su apoyo en su carrera por un escaño en el Senado. Quizá no tanto como el que le da a su mentor y amigo Diódoro Carrasco, exgobernador priista del estado y ahora aspirante a la Cámara alta por el PAN.
A lo anterior habría que sumarle al menos otros 12 cambios hechos por el gobernador de Oaxaca este su primer año de gobierno en el segundo nivel de la administración estatal.
Y en medio de esas aguas revueltas crece la influencia de dos jóvenes y atractivas mujeres algún tiempo relacionadas con la actuación y el modelaje: su secretaria particular, Viviane Michel Morman Gómez, y Marcela Pezet, personaje clave del trabajo estatal de cabildeo en el Distrito Federal.
1. COSTOS. Roy Campos, de Consulta Mitofsky, dio a conocer ayer en Radio Fórmula el resultado de la encuesta que monitorea el rumbo de los aspirantes a la Presidencia de la República. El asunto de los libros que marcaron su vida y la reacción familiar de desprecio hacia la prole, le costaron cuatro puntos porcentuales de las preferencias electorales a Enrique Peña Nieto: sus negativos crecieron un punto (de ocho a nueve por ciento) y sus positivos bajaron tres (de 40 a 37%). AMLO, en diciembre, aumentó sus opiniones positivas a 21%, pero también las negativas de 30 a 31%. En el caso de los precandidatos panistas, Ernesto Cordero subió tres puntos y Josefina Vázquez Mota dos, mientras que quien bajó fue Santiago Creel. No obstante, Vázquez Mota se mantiene a la cabeza de las preferencias (54%) seguida por Creel (31%) y Ernesto Cordero (12%).
2. DELITO ECOLÓGICO. Hace casi dos meses se informó que el director de Ecología de la delegación Magdalena Contreras, Eduardo Alfonso Vázquez Camacho, ordenaba enterrar desechos del hospital Ángeles en el campamento de limpia de la demarcación, lo que constituye un delito ambiental. Nada ha pasado. Incluso se dice que este funcionario sustituirá pronto al jefe delegacional, Eduardo Hernández Rojas, apenas renuncie para buscar un puesto electoral este 2012. La hermana de este último busca con todo la candidatura para esa demarcación capitalina. Otra historia más de nepotismo, amiguismo, impunidad y uso del poder público para la realización de negocios particulares.