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Cuatro leyes fundamentales

Addenda

GERMÁN FROTO Y MADARIAGA

Hay en la cultura hindú, cuatro leyes fundamentales para vivir feliz. Debemos de entenderlas si queremos pasar por esta vida sin grandes sobresaltos ni decepciones.

La primera de ellas establece: "La persona que llega es la persona correcta". "Es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad; todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están ahí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación". Por tanto ese aforismo de que: "Estoy con la persona equivocada, mientras llega la indicada", no es cierto. Porque todas las personas están con nosotros para enseñarnos a vivir una lección, para ayudarnos a moldear nuestro carácter o para aportar algo en nuestra vida. Si después se produce un cambio y llega otra persona mejor, ese cambio estaba así predestinado y la otra persona llegó en el momento que debía llegar para enseñarnos otra lección.

La segunda ley establece: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podía haber sucedido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante…Lo que pasó fue lo único que podía haber pasado. Por ello también es inútil preocuparnos por el hecho de que las cosas podían haber sido de otra manera; tan esto es así, que como no podemos cambiar el pasado, de nada sirve que nos mortifiquemos por ello. Todo lo que sucede en nuestras vidas es perfecto, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan a aceptarlo.

La tercera de ellas, dice: "En cualquier momento que comience es el correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es ahí cuando comenzará. A veces nos preguntamos: ¿Por qué no me sucedió esto antes? Seguramente porque no estábamos preparados para ello. Un nuevo trabajo nos llega cuando tenemos la fortaleza y el ánimo para desempeñarlo. Y si nunca nos llega es porque nunca estuvimos preparados para desempeñarlo e íbamos a fracasar.

Y la cuarta y última: "Cuando algo termina, termina". Simplemente así, si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

Son cuatro leyes muy simples, pero que a veces nos cuesta trabajo asimilar. Sin embargo si las analizamos bien, llegaremos a la conclusión de que son útiles para lograr nuestra felicidad.

Leí la noticia de que dos regidores del ayuntamiento de Torreón, "renunciaron" al fuero, por considerar que esa institución sólo sirve para prohijar la corrupción y la impunidad.

Inmediatamente me vino a la mente aquella sentencia que solía pronunciar el licenciado Felipe Sánchez de la Fuente, cuando escuchaba una aberración jurídica. Él solía decir en esos casos: "Me abruma y me cohíbe, tanta ignorancia, compañero".

Pena ajena sentí al advertir que esa renuncia la formulaba un abogado que yo tenía por estudioso del derecho, pues por lo visto ignora que el fuero no es renunciable, porque éste protege a la función no a la persona.

La única forma de despojarse del fuero es renunciando al cargo, pero pienso que como ese acto implica renuncia también a la nómina, de menso renuncia.

Quiero pensar que el regidor dijo eso en forma demagógica, porque el pueblo no entiende de estas instituciones; porque si lo dijo convencido, Dios nos agarre confesados. Y para colmo creo que es egresado de la Ibero, o sea que le costó una buena lana su educación. Tal vez no fue a esa clase cuando explicaron el fuero, porque no creo que haya sido culpa del maestro que le dio clases de Constitucional.

Una muestra más de que a las cámaras llegan personas con nula preparación y más si van por la vía plurinominal, es lo que le pasó a Ana Guevara, flamante senadora electa por el PT, que en vez de ir al Senado a tomar posesión, se presentó en la Cámara de Diputados, hasta que alguien la sacó de su error y la despachó para el otro recinto. Si ni siquiera sabe dónde queda la Cámara, ¿se le puede pedir que sepa legislar? Como dijo un buen amigo: "Es como si se inscribe en la UNAM y se presenta a tomar clases en el Poli". Así andamos por el mundo dando palos de ciego.

Por lo demás: "Hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te guarde en la palma de Su mano".

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