Arrancó la cuenta regresiva para el novel gobierno de Enrique Peña Nieto.
No hablamos del final de su régimen que está todavía lejano, sino del periodo de gracia que le hemos concedido los ciudadanos mexicanos.
Como ocurre en las democracias del mundo, los electores establecen una tregua no pactada con su nuevo gobernante y le brindan un tiempo razonable antes de exigirle resultados y el cumplimiento de sus promesas.
En el caso de Peña Nieto algunos sectores hablan de sesenta días o los clásicos cien que suele tomarse un nuevo gobierno para organizar su estructura, definir sus planeas y establecer la ruta crítica para alcanzar las metas que es finalmente lo más importante.
Algunos electores son todavía más generosos y hablan de seis o hasta doce meses para iniciar el reclamo y la crítica punzante.
Peña Nieto está a escasos días de cumplir su primer mes como Presidente de la República y lo cierto es que el saldo hasta el momento es por demás positivo, incluso ha superado las expectativas de un buen sector de la sociedad mexicana.
Salvo algunas pifias cometidas como la estrategia contra las protestas del primero de diciembre y la inclusión cuestionada de secretarios como Rosario Robles en la Sedesol, Emilio Chuayffet en Educación y Claudia Ruiz Massieu en Turismo, el nuevo régimen ha vivido un día de campo, al menos hasta el momento.
Esto ha ocurrido en buena medida por la agilidad política demostrada con acciones como el Pacto por México, la Reforma Educativa, la nueva estrategia de seguridad pública, la cruzada contra el hambre, entre otras que levantaron un pronunciado optimismo que hacía tiempo no veíamos en México.
Quizás el último momento parecido ocurrió en el año 2000 con el triunfo del PAN y Vicente Fox en aquel memorable 2 de julio que pasó a la historia como el inicio de la transición democrática en México.
Pero nada es eterno ni tampoco podemos esperar que sólo con promesas, buenas intenciones y algunos golpes políticos se logre la transformación de nuestro país.
La violencia ya comenzó a resurgir, los crímenes masivos y de alto impacto retornaron a Sinaloa, Coahuila y Tamaulipas, entre otras entidades. A decir de las notas periodísticas, parece muy probable que diciembre cerrará con una cantidad de asesinatos similar al resto del 2012 por la simple inercia que lleva el dramático fenómeno de la violencia en México.
Ahora bien, ¿habrá que agregar los muertos de diciembre a los 70 mil u 80 mil del sexenio de Felipe Calderón? ¿O habrá que iniciar el conteo de Enrique Peña Nieto aun cuando detuvo la guerra contra el narco? Por cierto, ¿se suspenderán también las detenciones de los grandes capos habida cuenta que el objetivo ahora es prevenir y no enfrentar al enemigo?
En el terreno político no pasará mucho tiempo para que la efervescencia social resurja con fuerza. El olvidado EZLN reapareció públicamente con una marcha que aunque pacífica y desarmada, sirvió para recordar las demandas ancestrales de los indígenas y los grupos menesterosos mexicanos que son muchos y muy numerosos. Y lo mismo ocurrirá con esa tercera parte de la población que votó por la izquierda y por un cambio profundo de las estructuras políticas en México.
Donde no hay visos de preocupación por el momento es en el ámbito económico ya que los regímenes panistas le dejaron bien aceitada la maquinaria a Peña Nieto y al parecer con gasolina suficiente para aguantar varios años más.
No obstante en sectores financieros se preguntan de dónde saldrán los recursos para poder sufragar los ambiciosos proyectos del régimen, desde una gendarmería super armada de diez mil elementos hasta la construcción de sistemas de trenes supersónicos, y sin olvidar la cruzada para alimentar a millones de mexicanos que sufren hambre y desnutrición.
¿Echarán mano de las reservas monetarias? ¿Aumentarán la extracción y exportación del petróleo? ¿Volverán los priistas a endeudarse como en el pasado? ¿O simplemente impondrán disciplina y austeridad en el manejo presupuestal, lo cual no parece muy probable?
Tengan todos ustedes un año 2013 lleno de salud, bienestar y bendiciones, gracias por su preferencia y sus comentarios. Y nos vemos en enero para continuar con el tema.
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