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Cuerpo a tono en vacaciones

Frente a la cercanía de unos días bajo el sol conviene tomar medidas para que piel y cabello luzcan espectaculares, antes, durante y después de ese tiempo de descanso.

Frente a la cercanía de unos días bajo el sol conviene tomar medidas para que piel y cabello luzcan espectaculares, antes, durante y después de ese tiempo de descanso.

El Universal

Está por llegar el segundo asueto del año, días muy esperados por la mayoría para hacer un alto en las actividades cotidianas y disponerse a disfrutar del sol, el mar, la montaña o la piscina. Paradójicamente, este tiempo se convierte en una dura prueba para el cuerpo y el cabello.

La favorecedora coloración que proporcionan los rayos solares ayuda a elevar la autoestima haciéndole sentir más atractiva. Pero no sólo por fuera: diversos estudios han demostrado que las personas que reciben sus emanaciones con regularidad son más dinámicas, optimistas y vitales. Además, está comprobado que estimula la formación de vitamina D y ayuda a fijar el calcio en los huesos.

Como contrapartida, sus radiaciones son consideradas la primera causa de envejecimiento prematuro, provocan deshidratación y manchas de pigmentación y, lo más grave, influyen en la aparición de cáncer de piel. Por eso, para aprovechar las ventajas del sol y evitar que sus rayos, el salitre y el cloro dejen huella sobre la epidermis y el cabello es necesario tener en cuenta unas sencillas recomendaciones.

1. Protección asegurada

A pesar de que muchos temporadistas buscan obtener un bronceado durante estas fechas, exponerse constantemente a los rayos ultravioleta (UV) sin la protección adecuada puede provocar severos daños en la salud. Por ello, sin importar el destino que escoja, es importante tomar en cuenta la opinión de los dermatólogos:

•Los bloqueadores y protectores solares que se utilizan actualmente son muy eficaces. Deben escogerse según el fototipo de la piel y aplicarse cada dos horas, mientras se esté bajo el sol y hasta el final del día, y, por supuesto, siempre que salga del agua.

No deje pasar por alto la zona del cuello y del escote; mucho menos la de la espalda. Recuerde usarlo tanto si va a zonas frías como calientes. La loción se aconseja extenderla al menos veinte minutos antes de la exposición.

•Obtenga su bronceado de forma gradual. Por ejemplo: expóngase durante 15 minutos el primer día de playa y suba el tiempo de exposición, poco a poco, en el transcurso de los siguientes días.

•Evite exponerse entre las 11 de la mañana y las tres de la tarde; a estas horas el astro rey emite sus rayos con mayor fuerza y son más nocivos.

•Cúbrase la piel con prendas que no dejen pasar los rayos UV, sobre todo si realiza actividades al aire libre.

•No olvide usar sombreros, pañuelos y anteojos (que proporcionen protección UV al 100 por ciento).

2. Exfoliación e hidratación continua.

Un mes antes de las vacaciones exfóliese el cuerpo al menos una vez a la semana. Es imprescindible para eliminar las células muertas y poder conseguir un bronceado más uniforme y luminoso. Cuando vaya a aplicar la crema, la piel debe estar humedecida. No olvide insistir en las zonas más rugosas: talones, rodillas y codos.

Hidrátese todo el tiempo. No lo haga sólo por la mañana o la noche, sino cada vez que tenga oportunidad. Además, póngase siempre un sérum muy rico en antioxidantes (vitamina E, betacarotenos, idebenona, coenzima Q10, etc.) antes de aplicarse el protector. No olvide utilizarlo de forma regular por la mañana y por la noche. Su piel se mantendrá suave y luminosa.

3. Buen corte y aliados protectores.

Sea como sea el tipo de cabello, es muy importante saber cómo atenderlo antes y durante las vacaciones, puesto que allí puede estar la diferencia entre verse magnífica, o tener sólo un manojo de pelos sueltos. Por suerte, esos cuidados son mucho más rápidos y sencillos de lo que se piensa. A continuación algunas sugerencias ofrecidas por las especialistas Jenny Rodríguez y Jackeline Vargas:

• Un buen corte, antes de tomar el asueto, evita que la cutícula se fracture durante la exposición al sol. O en todo caso, recortar las puntas para evitar que se abran.

•Aplique un protector solar, específico para su tipo de cabello, antes de exponerlo al sol y repítalo cada dos horas, sobre todo si es seco y rizado.

•Empape el pelo con agua dulce antes de entrar en el mar o la piscina, para minimizar el daño del cloro y la sal.

•No se deje el agua de mar o piscina de un día para otro, ya que ésta contiene elementos que, por tanto tiempo, no son benéficos para el cabello.

•Al final del día, cuando se lo lave, remate con agua fría para sellar la cutícula, de modo que se vea más brillante. Luego, aplique una máscara o ampolla con colágeno, de acción hidratante, para modificar la falta de tono de la fibra.

•Recurra a los aliados, como champús y máscaras con filtro solar, que operan como barrera para evitar que la sal y el cloro dañen la hebra.

•Evite o reduzca el uso del secador o la plancha; mejor emplee una crema para peinar y déjelo secar al aire.

•Después de las vacaciones, lo ideal es que realice un acondicionamiento profundo del cuero cabelludo y la fibra capilar, para ello utilice champú con reparador y aplique un baño de crema nutritivo.

4. Ayuda desde adentro.

Tomar alimentos que contengan vitaminas en los días previos a la exposición solar beneficia la calidad del bronceado.

•Duraznos y albaricoques son una mina de betacarotenos: 200 gramos al día bastan para aportar la dosis necesaria.

•La vitamina E ayuda a evitar el envejecimiento prematuro; se encuentra principalmente en cereales integrales, germen de trigo, aceite de girasol, frutos secos, vegetales y leche, entre otros.

•La vitamina C (abundante en cítricos) es esencial para la formación del colágeno; aumenta la defensa inmunitaria y mejora el aspecto de la piel.

•El ácido fólico presente en los vegetales de hojas verdes, zanahorias, fresas, lentejas, etcétera, da vigor al cabello.

•Beber mucha agua también es imprescindible para mantener el equilibrio de la piel y evitar la deshidratación.

A pesar de que durante la época de vacaciones suelen cambiar algunas rutinas alimenticias, puede mantenerse en forma siguiendo los siguientes consejos:

•No deje de cenar ni de desayunar: el metabolismo, al tener escasez de alimentos por tantas horas de ayuno, intenta ahorrar energía, aumentando por consiguiente las reservas de grasas.

•Aproveche la oportunidad para aumentar el consumo de pescados, sobre todo los blancos o azules y magros, que tienen bajo contenido de grasa.

•Además, coma con frecuencia frutas y vegetales.

5. Manos y pies relucientes.

Prepare sus extremidades contra las temperaturas extremas a las que tendrán que enfrentarse, para ello sumérjalos semanalmente en un baño de aceite de oliva tibio, durante 20 minutos.

Un truco que no falla consiste en aplicar una generosa cantidad de crema humectante en manos y pies antes de acostarse, efectuando un suave masaje. Después, póngase guantes de algodón en las manos y medias en los pies. Al día siguiente, estas zonas habrán recuperado su suavidad. Proceda a recortar y pintar sus uñas. En opinión de los expertos, con la piel bronceada, los esmaltes de colores fuertes (coral, fucsia, naranja) favorecen. Fíjelos con una capa de brillo.

No olvide colocar protector solar en las manos, donde muy rápidamente se manifiesta el envejecimiento con la aparición de manchas.

6. Cuerpo tonificado.

No espere un mes antes del asueto para iniciar un programa de ejercicios, hágalo durante todo el año. Camine al menos media hora al día, evite usar el carro o transporte público si puede ir caminando.

Durante las vacaciones, si su destino es el mar, aproveche para realizar actividades físicas como caminar en la arena, jugar paletas o realizar deportes como voleibol y futbol de playa. Si va a la montaña, puede realizar caminatas o pasear en bicicleta.

7. Maquillaje ligero.

Por mucho que le guste ir maquillada o quiera camuflar imperfecciones, durante las vacaciones no favorecen los productos muy pesados porque restan luz al rostro.

Por su textura ligera y acabado natural hay cinco cosméticos que son imprescindibles en su estuche de viaje: una base sin aceite, crema hidratante con color y factor de protección 15, polvos bronceadores en tonos cobrizos, máscara de pestaña resistente al agua y el brillo de labios en tonos suaves.

8. Después del sol...

Para disfrutar de una piel suave y bien bronceada es imprescindible seguir un tratamiento posterior a la exposición solar para calmarla, hidratarla y repararla.

Un aftersun contrarresta los efectos de la deshidratación y permite a la piel recuperar su flexibilidad. Los productos a base de aloe vera (probadas propiedades cicatrizantes), provitamina B5 y vitamina E son muy efectivos, ya que combaten los radicales libres, estimulan las defensas de la piel y reducen el riesgo de eritema. Deben aplicarse después de una ducha fresca que elimine los restos de salitre, cloro, cremas o arena, extendiéndolos abundantemente por todo el cuerpo con un suave masaje y volverse a aplicar en cuanto desaparezca de la superficie.

Utilizar una mascarilla facial ayuda también a mantener un correcto nivel hídrico.

Recuerde que el objetivo de unos merecidos días bajo el sol, es regresar a su rutina con el cuerpo descansado y la piel radiante, pero sobre todo muy sana.

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