Consejos. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos da algunas recomendaciones para los sistemas educativos.
Aunque el Gobierno mexicano le dio prioridad a una política de evaluación para mejorar la calidad educativa en la última década, no existe un sistema integral de evaluación que sirva para mejorar el desempeño de alumnos, maestros y escuelas, concluye la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
"Las políticas de evaluación de los últimos años han priorizado la rendición de cuentas más que mejorar la calidad", advierte el informe "Reviews of Evaluation and Assessment in Education: Mexico", publicado ayer por la OCDE.
Indica que la actual estrategia, que incluye el programa de Carrera Magisterial o el Programa de Estímulos al Desempeño Docente, no fomenta la mejora del desempeño de los maestros.
"La evaluación, actualmente, es sobre todo un mecanismo para premiar docentes; no hace hincapié en el fomento de la mejora de la enseñanza, ya que los docentes reciben poca retroalimentación o asesoramiento para mejorar sus prácticas", señala.
La evaluación docente, señala, consiste en una variedad de componentes fragmentados y complejos, resultado de la acumulación de iniciativas aisladas, desarrolladas de manera independiente, que no constituyen un sistema coherente.
Señala que la motivación principal de cada una de estas iniciativas ha sido para mantener el control sobre los maestros y la relación con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y el Gobierno, en detrimento de la calidad de la educación.
"Como han sido puestas por ellos (SNTE y Gobierno) la articulación de la evaluación docente es prácticamente inexistente y genera señales ambiguas que distorsionan la profesión docente, porque introducen múltiples referencias y obligan a los maestros a tomar decisiones sobre su carrera profesional bajo un caos burocrático y la incertidumbre sobre lo que el sistema considera como un buen maestro".
Indica que no hay claridad para los maestros sobre lo que se espera de ellos y cómo serán apoyados para alcanzar dichas metas o expectativas establecidas por el sistema.
"Dada la multiplicidad de instrumentos con los que se evalúan a los maestros (ENLACE, Examen de Preparación Profesional, Examen Nacional para Maestros en Servicio, los exámenes ingreso al servicio docente) éstos no reciben señales claras y consistentes sobre lo que deberían hacer para ser buenos maestros".
Reconoce que el programa de Evaluación Universal, que se aplicó en junio pasado y al que asistieron sólo 3 de cada 10 maestros, podría ser una oportunidad para mejorar el desempeño de los docentes, dado que está ligado al Sistema Nacional de Formación Continua.
Sobre la evaluación de los alumnos, señala que el haber convertido ENLACE un instrumento clave para la evaluación de los docentes, la rendición de cuentas de las escuelas y la evaluación del sistema escolar, trajo como consecuencia que en las escuelas se enseñe para la prueba.
Expresa también que el país carece de un método exitoso para evaluar a las escuelas, sobre todo basado en un sistema riguroso que podrían poner en marcha los supervisores escolares.
"No existe un sistema auténtico de evaluación externa de escuelas"; expresa.
Actualmente, señaló, el sistema de monitoreo externo de las escuelas lo realizan los supervisores escolares; sin embargo la capacidad de los supervisores para comprometer a las escuelas a mejorar los resultados de sus alumnos es bastante limitada.
