Familiares de los policías en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lamentaron el aplazamiento de las liberaciones y acusaron al gobierno de ponerle trabas a su regreso a la libertad.
Diego Lasso, hermano del sargento primero César Augusto Lasso, en cautiverio desde hace una década, dijo que la decisión rebelde de aplazar la entrega de los rehenes se esperaba por "las trabas del gobierno".
"Esta situación era de esperarse porque el gobierno (del presidente, Juan Manuel Santos) no quiere colaborar y puso trabas para la liberación” al vetar la participación internacional en el proceso, apuntó.
Lasso se refirió a la decisión oficial de descartar por ahora el apoyo logístico internacional y acudir a aeronaves militares colombianas para el traslado de la comisión humanitaria encargada de recibir a los secuestrados.
El Movimiento Colombianos por la Paz, que sirve de facilitador del proceso, había sugerido a Brasil como país garante, ante su exitosa experiencia en anteriores liberaciones de políticos y militares por parte de las FARC.
En un comunicado, esa guerrilla informó este miércoles que el área que escogieron para la entrega de los uniformados fue militarizada "injustificadamente", lo cual los obliga a aplazar las liberaciones.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, rechazó los argumentos de las FARC al afirmar que el gobierno jamás se enteró de la zona donde serían entregados los cautivos para suspender las acciones militares.
La organización rebelde había prometido liberar de manera unilateral al militar Luis Beltrán y a los policías, César Augusto Lasso, Carlos Duarte, Jorge Trujillo, Jorge Humberto Romero y José
Libardo Forero.