El estadounidense Michael Melé, que el pasado enero se declaró culpable del asesinato de la mexicana Laura Galarza, fue sentenciado hoy a 23 años de cárcel en una audiencia a la que asistieron la madre y hermano de la víctima.
Melé se declaró culpable tras un acuerdo con la fiscalía el pasado 24 de enero, poco después de haberse iniciado el juicio en su contra, y hoy fue llevado ante el juez Nicholas De Rosa, en el condado de Orange, para su sentencia, donde la familia de Garza contó al juez, en español, cómo habían cambiado sus vidas.
Elizabeth Esquivel, la madre de Laura, que lloró durante toda la audiencia, dijo que aún escuchaba la voz de su hija muy cerca de ella diciendo "mamá" y llamó "cobarde" a Melé.
De acuerdo con lo declarado por Melé el pasado enero, conoció a Laura, que al momento de su desaparición en diciembre de 2008 tenía 25 años, en una discoteca y la invitó a pasar la noche en su apartamento en Wallkill, a casi dos horas en automóvil de Manhattan.
Aseguró que tuvieron una discusión cuando ella descubrió que tenía novia, en el forcejeo le tapó la boca y segundos después sintió que "algo malo" había pasado, le entró un ataque de pánico "y en vez de llamar al 911", se deshizo del cuerpo.
Laura Garza, originaria de Monterrey, se acababa de mudar a Brooklyn cinco meses antes de su desaparición para convertirse en bailarina profesional, procedente de la localidad de McAllen, Texas.
Sus restos fueron hallados en abril de 2010 por un grupo de jóvenes en el Monte Cobb, Pensilvania, a una hora por carretera del apartamento de Melé, un reincidente incluido en la lista de ofensores sexuales.