Resulta tan pueril y poco sustanciosa la actual coyuntura política de cara a las elecciones presidenciales y tras el debate de los candidatos el pasado domingo por la noche, que bastó con la irrupción de una edecán y exmodelo de Playboy a cuadro durante escasos veinte segundos -vestida como si estuviese en una fiesta de Hugh Heffner, cabe aclarar- para distraer al país e incluso a los suspirantes a la Primera Magistratura. La argentina Julia Oyaren es hoy motivo de comentarios y entrevistas en los medios, al tiempo que a estas alturas pocos recuerdan con certeza qué dijeron Andrés Manuel, Enrique, Gabriel y Josefina. Y en que en ocasiones el poder de la imagen, por efímera que sea, termina siendo más contundente que mil palabras…
A México la democracia llegó tardíamente del mismo modo que los debates presidenciales -el primero tuvo lugar en 1994- cuyo formato y estructura a la fecha no permite un intercambio de conceptos y contrarréplicas que resulte ilustrativo para el televidente. La indiscriminada espotización de las campañas a todos los niveles, las absurdas vedas que impuso el IFE y el ejercicio de hace unos días, son producto de la malograda e inconclusa Reforma Electoral de 2008. Sin embargo, nada resulta tan benéfico como la libre expresión de las ideas aunque el domingo los cómos brillaran por su ausencia dada la dificultad que supone exponer un programa de Gobierno en dos horas. Celebro que los candidatos se confronten y gustoso atenderé la transmisión del próximo debate pues el futuro del país no es asunto menor.
En honor a la verdad, este columnista esperaba muy poco de Enrique Peña Nieto tras su errática participación en la Feria Internacional del Libro y las posteriores entrevistas que sostuvo. Si bien el candidato del PRI y su partido me generan enormes interrogantes, suspicacias y serias dudas en el sentido de que sin tarjeteo, teleprompter y el raudal de dinero que lo respalda es poco eficaz y afortunado, aquí hemos de reconocerle que aunque se mostró elusivo sobre ciertos asuntos -la relación con Arturo Montiel, por ejemplo- contra todo pronóstico su actuación fue acertada y salvo lo que indiquen las próximas encuestas o el voto útil y el de los indecisos el día de la elección, hoy es el puntero.
A Andrés Manuel López Obrador se le vio cansado, un poco harto y sin el ímpetu y la retórica incendiaria de hace seis años, en tanto su participación fue buena a secas. El nuevo discurso reconciliatorio - que cae en lugares comunes, y sigue haciendo mención a la teoría del complot y a las mafias de siempre- ayuda a disipar la noción -errónea, estimo- de que es un peligro para México o un Mesías tropical reencarnado. La estrategia del abanderado de las izquierdas durante el debate fue la esperada, sin sorpresas: pegarle al puntero, hablar de los gobiernos fallidos del PAN y erigirse como la única opción de cambio verdadero. Algunas de sus tesis son rescatables y en coincidencia con lo que él mismo señaló, el equipo que pretende para encabezar las distintas carteras del Gobierno lo conforman personas honestas y capaces. Para desgracia de algunos, su edad, la de sus colaboradores, los años en campaña, el relevo generacional que se avecina y los ecos de un Paseo de la Reforma invadido, obrarán en su contra en las urnas.
Gracias a la mano amiga del Jefe Diego y a otro nuevo cambio de imagen, la abanderada albiazul Josefina Vázquez Mota mejoró de forma importante tras meses de no dar una e incurrir en pifias de toda índole. La bronca de Josefina -que en corto es muy agradable y nadie niega, también inteligente- es su discurso plano, falto de emoción e incapaz de penetrar en el ánimo del electorado. Si a ello le sumamos un equipo incompetente, descoordinado y donde el fuego amigo es el pan de todos los días; sólo entonces se entiende la caída en las preferencias electorales. Josefina es una muy buena y capaz política, pero una mala candidata.
Finalmente, Gabriel Quadri, quien representa al Panal de la maestra Elba Esther Gordillo, ave de tempestades, si las hay. De ser un virtual desconocido del que nadie hablaba y otros hacían burla; sus propuestas sensatas y retórica huérfana del tinte barroco-evasivo que el político tradicional le imprime a sus palabras, le ha valido la simpatía de muchísimas personas y -estoy cierto- que Nueva Alianza conserve el registro. Gabriel Quadri estuvo sensacional.
Así las cosas y en cada uno de nosotros, querido lector, la prerrogativa de elegir quién fue el ganador del debate. En tanto, no pocos opinan que "dos importantes asuntos" resultaron los vencedores del domingo. Trascendió que son propiedad de Julia, la hoy célebre edecán.
Twitter @patoloquasto
Nos vemos lunes, miércoles y viernes a las 2:30pm en EfektoTV
También me puedes leer en http://elcuakdelcanard.com